Alberto Abad abrió el gran evento de banca digital y medios de pago

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El titular de la AFIP contó que procura cerrar el año con el 100% de la recaudación cursada través de canales electrónicos. El ente recaudador es una pieza clave en la lucha contra el cash. Se acelera mes a mes la instalación de POS para poder pagar con tarjeta en los comercios.

Para la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el dinero en efectivo es el enemigo a vencer. Por ese motivo, ha diseñado una serie de medidas para acelerar y universalizar la aceptación de medios electrónicos de pago. Pero para lograrlo, no sólo se necesita de un Estado que desarrolle la infraestructura, sino que es clave el aporte del sector privado en cuanto a innovación y plataformas de interacción.

El titular del organismo, Alberto Abad, detalló las políticas públicas para hacer frente a la arrolladora economía digital durante el encuentro Nuevo Dinero 2017, celebrado ante un auditorio colmado en el Salón Ceibo de La Rural el 22 de junio. El funcionario fue el encargado de abrir el gran encuentro de la banca digital y los medios de pago en la Argentina.

Pablo Wende, director de la revista Road Show, destacó que la AFIP es “la gran aliada” para que las personas usen menos en efectivo y se pasen a dinero electrónico.

El Gobierno es consciente del poderoso rol que la autoridad tributaria juega en ese sentido. Y se ha planteado tres módulos o ejes clave para definir el creciente fenómeno de la digitalización de las transacciones: los caminos divergentes, la construcción colectiva y los aportes que puede realizar la AFIP.

“¿Por qué hablamos de caminos divergentes? Porque la economía digital está creciendo vertiginosamente, pero en la Argentina la bancarización es escasa y va muy por detrás de la primera”, diagnosticó Abad ante los presentes.

La digitalización de las comunicaciones tiene una dimensión apabullante. Según datos de Internet Live Stats (internetlivestats.com), se escriben en el mundo unos 7.600 tuits en cada segundo, un lapso en que también se suben 780 fotos a Instagram, se realizan 2.700 llamas mediante Skype, se realizan 61.000 búsquedas en Google, unos 70.000 videos son vistos en Youtube y se envían 2,60 millones de emails.

“Estamos en una gigantesca telaraña donde recibimos información, levantamos, bajamos, compartimos… Es este el mundo donde cada uno de nosotros tiene a sus organizaciones y en que las administraciones tributarias tienen que trabajar”, definió Abad.

Economía colaborativa

El titular de la AFIP mencionó el actual fenómeno de plataformas de internet que unen demandantes y oferentes sin intermediarios, lo que se denomina economía colaborativa, y los desafíos que plantea a los organismos tributarios.

Abad ejemplificó con que Uber, la plataforma de transporte de personas más grande del mundo, no posee vehículos; el gigante Facebook no crea contenidos; la china Alibaba no tiene inventarios; y la empresa de alquiler de viviendas Airbnb no es propietaria de inmuebles.

“Significa la desmaterialización total de la economía. Y trae una serie de problemas para todos los esquemas normativos que están funcionando, rodando, sobre un sistema de tangibles, de lo físico, pero que de repente se encuentran frente a lo intangible”, advirtió.

El común denominador es que esta nueva economía colaborativa, digital, electrónica, desmaterializa la base imponible. “¿Dónde le cobramos a Netflix, a Uber, a Airbnb?”, se preguntó Abad, y agregó que esta cuestión “tiene un impacto fundamental para el financiamiento de los países, algo que está asociado a la calidad de vida de los ciudadanos”.

E-commerce

Precisamente, el comercio está en el centro de este crecimiento gigantesco en los intercambios electrónicos. En el mundo, el e-commerce crece hoy a un ritmo mucho mayor que el de las transacciones en tiendas físicas. El aumento en la capitalización bursátil de compañías como Amazon, Alibaba y Mercado Libre es un reflejo de esa situación.

En el país, las estadísticas de la Cámara Argentina de Comercio Electrónico (CACE) muestran que la facturación del e-commerce en 2016 fue de 102.700 millones de pesos, un salto de 51 por ciento en relación con el año previo. Fueron 47 millones de órdenes de compra (+24 por ciento a/a), con un ticket promedio de 2.185 pesos (+21,73 por ciento a/a). El 88 por ciento abonó con tarjeta de crédito, un 11 por ciento con efectivo y el 1 por ciento con transferencia.

Pero este crecimiento del comercio electrónico tiene un límite en el país, debido fundamentalmente a la escasa bancarización. “En Argentina, la economía familiar se administra prácticamente en efectivo. Los comercios tienen baja aceptación de medios electrónicos de pago”, puntualizó Abad.

“Tenemos problemas desde el formato de la economía familiar, desde el oferente de los bienes y servicios, y desde el demandante”, enumeró el jefe de la AFIP en el seminario Nuevo Dinero 2017.

El comercio vende sin factura, compra sin factura y la ganancia reingresa y retroalimenta el circuito informal. Por el lado del consumidor, si no pide factura, también retroalimenta el sistema y, en caso de no usar tarjeta de débito, también pierde derechos.

Público más privado

¿Cómo resolver este círculo vicioso de informalidad? Abad mencionó que para convertir este vector sociocultural de la economía digital en inclusivo, hay una agenda pública y privada que poner en marcha.

En cuanto al sector público, su rol es suministrar la infraestructura y regular razonablemente todas estas interacciones. En lo que respecta a los privados, pueden aportar innovación, plataformas y financiamiento para hacer que estos proyectos estén razonablemente monetizados.

“Si no cooperamos entre público y privado, nos vamos a quedar en una sociedad digital que no sea inclusiva, en contra del objetivo final de cualquier sociedad mínimamente organizada”, aconsejó.

Aportes de la AFIP

Desde el organismo recaudador se han planteado tres ejes centrales en la agenda: formalización, beneficios a los programas sociales y lo que denominan el “contribuyente digital”.

Desde el punto de vista de la formalización, la AFIP trabaja en varios aspectos simultáneos:

1 – Obligatoriedad del pago electrónico de impuestos: el organismo acepta todos los medios electrónicos de pago. Incluso en las últimas resoluciones incluyó a todos los de este tipo que se definan en el futuro, es decir, a cualquier mecanismo que implique pago electrónico y una cuenta en que se acredite.
En la actualidad, el 98% de la recaudación ingresa por medios de pago electrónicos. Y este año se sumarán unos 2,60 millones de contribuyentes que son monotributistas que van a tener que bancarizar sus pagos. En síntesis, en el 2017 el cien por ciento de la recaudación se realizará por medios electrónicos de pago en cualquiera de sus formatos.

 

2 – La obligatoriedad del pago electrónico de consumos: es un punto central para la AFIP en 2017 y 2018. El organismo trabaja con un cronograma de, en principio, tres pasos:
* Septiembre de 2017: todos los comercios y profesionales independientes van a tener que tener su POS (punto de venta) y permitir pagar con tarjeta de débito.
* Diciembre de 2017: será obligatorio para el resto de las actividades. Para entonces, todo el sistema deberá aceptar tarjeta de débito.
* Marzo 2018: la obligatoriedad se extenderá a los monotributistas.

“Esta es una propuesta normativa y de política pública. Hasta que baje y se encarne en la realidad va a haber un largo proceso de difusión y convencimiento”, anticipó Abad.

Los primeros resultados son auspiciosos. El parque instalado de POS fijos y móviles asciende a 670 mil unidades. Hasta el 31 de diciembre de 2016, el promedio mensual de instalación era de 10 mil POS, pero entre enero y mayo de 2017 subió a 22 mil, y en junio las proyecciones mostraban que el promedio ascendía a 34 mil. “Está tomando velocidad, nos gustaría más velocidad. Pero va moviéndose positivamente, es prometedor”, se entusiasmó el jefe de la AFIP.

3 – Escrituras: la AFIP y el Banco Central trabajan en el diseño de incentivos para que los pagos de la compra/venta de viviendas se realicen por medios electrónicos. Ya están disponibles los cheques cancelatorios y las transferencias instantáneas.
“Estamos diseñando incentivos tributarios para mejorar el impacto del impuesto al cheque. Y en subir las retenciones según uno acepte o no hacer esta transacción por medios electrónicos y no en efectivo”, reveló Abad.

El segundo eje de la AFIP, las ventajas que se otorgan a los beneficiarios de programas sociales, también está en marcha. Más de seis millones de personas acceden a la devolución de 15 puntos de IVA por el uso de medios electrónicos de pago, con un tope de 300 pesos. “Les mejora la capacidad de consumo a personas bajo programas sociales”, indicó Abad. Precisamente, desde julio 2016 a mayo 2017, se realizaron 37 millones de operaciones, que significaron una devolución de 1.500 millones de pesos a dos millones de usuarios. “Para ampliar esta cobertura hay que trabajar sobre cambios culturales y en infraestructura”, aconsejó.

El tercer y último eje de la AFIP está enfocado en desarrollar la estrategia del “contribuyente digital”. Para esto, implementó una app de gestión integrada de monotributo en la que el usuario puede realizar todas las transacciones mediante el teléfono celular.

Entre las iniciativas del proyecto, se encuentra la de equipaje electrónico, mediante el cual las personas van a poder anticipar el pago de impuesto por bienes comprados en el exterior.

“Pensar en términos de contribuyente digital está asociado a la transparencia. Nuestra idea es que el ciudadano no tenga que ir a una agencia”, dijo Abad.

El efectivo, enemigo público Nº 1

Para el jefe de la AFIP, los desafíos que la economía digital plantea al sector público y privado son de tipo cultural. “Argentina no tiene una cultura de uso de los medios electrónicos de pago, sino dirigida al efectivo. Y el Estado está moroso en muchos aspectos de infraestructura”, reconoció.

En el último tramo de la presentación en Nuevo Dinero 2017, Abad expuso, en un intercambio de preguntas y respuestas con los asistentes, varios conceptos que consideró estratégicos:

1 – Es central que la AFIP se comprometa a tener al efectivo, claramente, como un enemigo.

2 – La informalidad puede ser un vector de anti institucionalidad.

3 – La formalización es un eje estratégico. Es ordenador de toda la relación de la administración tributaria con las personas.

4 – Una sociedad formalizada tiene un nivel cultural distinto al de una sociedad que trabaja con el efectivo.

Abad en primera persona

“En Argentina, la economía familiar se administra prácticamente en efectivo. Los comercios tienen baja aceptación de tarjetas y otros medios de pago electrónicos”.

“El Estado tiene mucho para hacer en materia de infraestructura para facilitar la bancarización en todo el país. No es lo mismo querer pagar en efectivo en Buenos Aires que hacerlo en un pueblo alejado de Salta”.

“Para fin de año, el 100% de los pagos de impuestos se deberá hacer vía digital. Hoy la AFIP ya recauda por esa vía el 98% de la recaudación total”.

“Está aumentando mes a mes la instalación de POS en los comercios. Todo el mundo está obligado a aceptar pagos electrónicos, incluyendo el psicólogo y el profesor de tenis. Tiene que haber un cambio cultural en el país”.

La red de cobranza extrabancaria avanza con los pagos electrónicos

La avanzada del Gobierno para reducir el uso de dinero en efectivo en las transacciones tiene un aliado clave. Se trata de la Cámara Argentina de Empresas de Cobranza Extrabancaria de Impuestos y Servicios (CAECEIS), presidida por Gustavo Gómez, titular de Rapipago y quien presentó la red ante cientos de asistentes en la jornada Nuevo Dinero 2017.

No es un socio menor para el Banco Central y la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), los dos organismos del Estado que están más abocados a combatir el uso de cash en la economía.

CAECEIS, creada en 2008 e integrada por Bapro Medios de Pago, Gire, Pluspagos, Pronto Pago, Ripsa, Sepsa y Tinsa, atiende un volumen de 20 millones de clientes por mes en 15.000 puntos de atención en el país (más que triplica la cantidad de sucursales bancarias en toda la Argentina).

Se trata de un conjunto de empresas que recauda anualmente unos 960.000 millones de pesos en efectivo y que está a punto de incorporar el cobro de servicios e impuestos mediante tarjetas de débito. Es decir, posibilitará la bancarización de esos pagos, según adelantó en el evento Gustavo Gómez, titular de la Cámara y gerente general de Rapipago, una de las grandes cadenas de locales de cobranza de la Argentina.

Esta gigantesca red de cobranza acepta efectivo, cheques, pagos sin facturas y realiza recargas, pero el paso que está por dar podría significar una dura estocada al uso de efectivo y una contribución excepcional a los esfuerzos oficiales para masificar la utilización de dinero electrónico.

¿Cómo se realizará el pago electrónico en esta red de cobranza extrabancaria? Mediante el sistema Pin Pad, lanzado por el Banco Central a fines de 2016. El sistema usa las redes Banelco y Link. Las transacciones no tienen costo para los individuos.

Durante la jornada Nuevo Dinero 2017, Gómez explicó que los desafíos para CAECEIS se centran en su rol social de inclusión de las personas, en la complementación de la red física y el mundo digital, la adecuación de impactos impositivos, la facilitación de la bancarización y la transformación digital.

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