¿Qué va a pasar con Brasil?

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La reciente depreciación del Real encendió las alarmas y llevó a incluir a Brasil en un “Triángulo de las Bermudas” completado por Argentina y Turquía.

La reciente depreciación del real brasileño encendió las alarmas y llevó a incluir a Brasil en un “Triángulo de las Bermudas” completado por Argentina y Turquía, mencionó la consultora Delphos Investment, que sin embargo consideró un error poner a estas naciones en un mismo nivel.

“Brasil efectivamente presenta cierta complejidad fiscal con persistentes déficits financieros durante los últimos años que deberán ser atacados por el siguiente mandato presidencial”, apuntó Delphos.

Pero diferenció que no presenta problemas de vulnerabilidad externa, contemplando varias aristas que se han ajustado durante los últimos años como consecuencia de la recesión de 2014-2015.

A continuación, las principales observaciones de Delphos sobre Brasil:

-En primer lugar, la balanza comercial de bienes de Brasil se ha corregido significativamente habiendo pasado desde el equilibrio hacia un superávit superior a US$ 60.000 millones, contemplando el derrumbe de importaciones.

-Las importaciones actuaron de manera mucho más elástica a la evolución de la actividad; sumado a un contexto de re-aceleramiento de crecimiento y muy buen momentum de commodities, el volumen de exportaciones ya asomaría el rango de US$ 230.000-250.000 millones (anual) registrado entre 2011-2013 mientras que las importaciones todavía se encuentran US$ 75.000 millones por debajo de aquéllos valores temporales.  Es decir, gran parte del ajuste ya se hizo, con un drawdown en el PBI de 5,2% desde los máximos de 2013, en BRL constantes (del 3,8% en consumo privado, 26,7% en formación bruta de capital aunque ya 5% por encima en exportaciones!).

-En este contexto, la cuenta corriente ya estaría aproximándose al equilibrio, ubicándose el valor de abril en US$ 9.000 millones de déficit (0,4% del PBI) en comparación a un piso superior de US$ 80.000 MM (3,0% del PBI). Si bien la cuenta de bienes fue el principal driver (tal como fue mencionado anteriormente), la cuenta de servicios (dentro de lo cual encontramos turismo) también ha tenido su correlato.

-Es fundamental que el BCB de Brasil haya logrado anclar las expectativas de inflación. De esta manera, si se comparan los relevamientos de expectativas del BCB y BCRA en Argentina, en el primer caso las mismas se elevaron 7,5% en el último mes (desde 4,1% a 4,4% a/a), mientras que en el segundo caso lo hicieron en 25,0% (desde 22,0% hacia 27,5%).

-En segundo lugar, no hay que olvidar del tamaño del “armamento” del BCB de cara a “suavizar” los movimientos del tipo de cambio, con un stock de reservas equivalente a 18% del PBI, por encima de la mediana de países emergentes en 14% del PBI.

-Brasil califica bien en términos de diferentes ratios de vulnerabilidad externa, a lo cual se le suma un mercado doméstico de financiamiento muy desarrollado. Cualquier señal explícita o implícita de empleo de dicho “armamento” es así totalmente creíble.

-Por último, no hay que olvidar el actual contexto de commodities. El piso del BRL de inicios del 2016 se dio en un contexto con un momentum de precios más bajos. La tendencia creciente que hoy plantean pone un mínimo de valor real para el BRL, fuera de cualquier factor de incertidumbre política, con mecanismos de trasmisión por medio de la cuenta corriente e ingreso doméstico.

-De la misma manera, ello plantearía un mínimo en expectativas de ganancias las cuales han mantenido su tendencia creciente fuera de la corrección bajista en múltiplos de cotización, al observar que el PER del Bovespa descendió por debajo de 11x por primera vez desde 2016.

-La experiencia de Brasil ejemplifica claramente la dinámica de mercado durante el presente año en donde la volatilidad en EMs podrá ser mucho más elevada dejando en la mesa buenas oportunidades de trading en las regiones que se consideran “buenas” desde un punto de vista estructural y de mediano plazo.

-Los flujos dominarán en un contexto de mayor cortoplacismo (luego de un muy buen año de retornos durante 2017) y dependencia a factores de política de tasas internacionales.

Existirá mayor dispersión de retornos y mayor selectividad en la performance de mercados EM con especial prioridad en cuestiones de liquidez y cuentas externas. De hecho, en base a modelos de trading EM de Delphos, drivers de finanzas externas estarían gobernando spreads crediticios en US$ vs. drivers de factores estructurales (e.g. PBI per capita), o performance macro (e.g. crecimiento del PBI, inflación). En este punto vemos que Brasil excede a sus pares regionales, más allá de debilidades en consolidación fiscal. La mayor estabilidad de FX podría así revertir el momentum negativo antes registrado en activos brasileros.

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