La rentabilidad de los bonos del Tesoro a dos años, muy sensibles a la política monetaria, retrocedió en las últimas horas hasta su nivel más bajo en casi cuatro meses, en un contexto en el que los inversores descuentan nuevos recortes de tasas de la Reserva Federal (Fed).
El movimiento se produce en medio de las presiones del presidente Donald Trump, que busca designar perfiles más moderados en el banco central. La gobernadora Lisa Cook ya anunció que presentará una demanda para impedir su remoción, lo que anticipa una posible batalla legal sobre la independencia de la Fed.
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Los analistas interpretan que, si Trump logra más nombramientos en la entidad, la política monetaria podría volverse más expansiva. El mandatario ha insistido en que el titular de la Fed, Jerome Powell, ha actuado con demasiada cautela en la baja de tasas.
En paralelo, los débiles datos de empleo de julio y los comentarios más moderados de Powell el viernes reforzaron las apuestas del mercado a que la Fed aplicará un recorte en su reunión del 16 y 17 de septiembre.
El economista de Jefferies, Thomas Simons, señaló que “hay más confianza en que vamos a tener algunos recortes de tipos a corto plazo, y hay una diferencia de opinión sobre hasta qué punto eso se extiende más allá de los próximos dos meses”.
Por su parte, el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, advirtió que las tasas podrían bajar más adelante, aunque subrayó que la decisión dependerá de la evolución de los datos de empleo e inflación en las próximas semanas.
En el mercado de deuda, el rendimiento a dos años bajó 5 puntos básicos hasta 3,625%, mientras que el retorno de la nota a 10 años se ubicó en 4,226%, su nivel más bajo desde el 14 de agosto. La curva de rendimientos entre ambos plazos alcanzó los 61,3 puntos básicos, la mayor pendiente desde abril.