La Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) manifestó su “profunda preocupación” tras el anuncio del Gobierno Nacional de disolver la Dirección Nacional de Vialidad, una medida dispuesta por decreto que impacta directamente sobre el esquema de infraestructura vial del país.
Esta decisión afecta a uno de los organismos técnicos con más trayectoria en la obra pública argentina, con casi 100 años de historia, indicó.
CAMARCO –entidad que nuclea a las principales empresas constructoras– alertó que esta eliminación compromete la capacidad del Estado para planificar, licitar y controlar obras viales de manera eficiente y con mirada federal.
El Gobierno disuelve Vialidad Nacional y reorganiza el sistema de transporte terrestre
Preocupación por las obras en marcha y el empleo
Desde la Cámara señalaron que el traspaso de funciones a la Gendarmería Nacional y al Ministerio de Economía genera “una fuerte incertidumbre” sobre la continuidad de obras estratégicas, el impacto en el empleo del sector y la relación público-privada que sostuvo históricamente el desarrollo vial.
Además, subrayaron el riesgo que implica el mantenimiento de más de 30 mil kilómetros de rutas que no serán concesionados: “Esto tendrá consecuencias graves sobre la producción, la logística y la vida cotidiana de miles de argentinos”.
🛣 “Invertir en caminos no es un gasto, es una apuesta al crecimiento”
CAMARCO remarcó que la inversión en rutas y caminos es clave para el crecimiento económico, la generación de empleo y el fortalecimiento del entramado productivo. Por eso, pidió al Ejecutivo abrir canales de diálogo con una mirada estratégica y federal.
Finalmente, reafirmó su disposición a colaborar en el diseño de políticas públicas que aseguren reglas claras, previsibilidad y desarrollo sostenido en todo el territorio.