El Ministerio de Economía enfrentó su primera licitación de agosto con un bajo nivel de rollover y señales de tensión en el mercado.
El debut de agosto en el calendario de licitaciones de deuda dejó un sabor amargo para el Ministerio de Economía.
Bajo la conducción de Luis Caputo, el Gobierno consiguió renovar apenas el 61% de los vencimientos en pesos, pese a convalidar tasas elevadas, que en los plazos más cortos treparon hasta el 70% anual.
La estrategia oficial buscaba limitar el acceso de los inversores a las Lecap más próximas a vencer, con la esperanza de moderar el costo financiero. Sin embargo, la jugada no funcionó: las tasas se mantuvieron firmes y no hubo señales de alivio en el mercado secundario.
En total, se adjudicaron $9,147 billones sobre casi $10 billones ofertados, muy por debajo de los más de $15 billones en compromisos que afrontará el Tesoro a lo largo del mes.
La mayor demanda se concentró en plazos algo más largos, beneficiada por la operatoria de pases del Banco Central para títulos con vencimientos superiores a 60 días.
El bajo nivel de renovación refleja la falta de liquidez del sistema y la escasa atracción que generaron las letras más cortas. Analistas apuntaron a la reciente suba de encajes como un factor clave: el cambio normativo sorprendió a los bancos, que quedaron con menos margen para participar y debieron priorizar liquidez.
“El resultado de la licitación refleja el faltante de liquidez del mercado”, señalaron los analistas de Puente. Observaron que “el rollover fue bajo (61%), aún aceptando el 91% de las posturas a tasas por encima del mercado. Sorprende un poco la poca demanda por las especies más cortas, que no llegaron al límite máximo establecido por la licitación”.
El economista Gabriel Caamaño dijo que “buena parte de lo que no se renovó fue porque directamente no le ofrecieron, de ahí se infiere que al menos una parte importante sea por cambios en integración encajes. Tasas cortas al alza, a pesar de los montos máximos o topes”.
Desde PPI, observaron que “el Tesoro adjudicó $9,147 billones, tras recibir ofertas por $9,977 billones. Tal como esperábamos, el rollover estuvo por debajo de 1x al solo cubrir 0,61x los vencimientos de la fecha. A su vez, como preveíamos, el mercado optó por extender duration y no convalidó los topes de emisión para las dos letras más cortas ($3 y $4 billones para las LECAP con vencimiento el 12/09 y el 30/09)”.
Esta semana, el Tesoro enfrenta vencimientos por $15 billones correspondientes a la Lecap S15G5, tras la eliminación de las Lefis.
La consultora Equilibra observó que “el Tesoro tendrá que financiar AR$ 5,8 billones con los depósitos que mantiene en el BCRA, que pasarán de AR$ 14,2 billones a unos AR$ 8,4 billones”.
“Hacia adelante: vencen casi AR$ 9 billones en manos de bancos y del sector privado no financiero a fin de mes, y otros AR$ 13,7 billones en sep-25”, agregó.
Pablo Repetto, de Aurum Valores, estimó que a fin de mes el rollover podría superar el 100%, pero no por un cambio de ánimo del mercado, sino por razones de programación monetaria. Aun así, advirtió que el antecedente de agosto deja huella y podría fomentar una actitud más cautelosa de los bancos en próximas licitaciones.
En el BCRA, el director Federico Furiase negó que exista una “ventanilla de liquidez” para asistir a las entidades. Según explicó, se trata de operaciones puntuales para que los bancos afectados por el endurecimiento monetario puedan cumplir con sus encajes a tasa cero.
El desafío ahora será doble: asegurar la renovación de los próximos vencimientos y contener cualquier presión cambiaria que pueda surgir del excedente de pesos que quedó fuera de esta colocación.