El ministro de Economía recibió a la cúpula industrial en el Palacio de Hacienda. Coincidencias sobre la necesidad de modernizar el empleo, sostener la estabilidad macro y avanzar con medidas que alivien costos y reactiven la producción.
El ministro de Economía, Luis Caputo, mantuvo este martes un encuentro clave con la conducción de la Unión Industrial Argentina (UIA), en el que se repasaron los principales desafíos del sector productivo y se delinearon ejes de trabajo de cara a 2026.
La reunión tuvo lugar en el Palacio de Hacienda y puso el foco en la reforma laboral, la formalización del empleo y la necesidad de impulsar inversiones para mejorar la competitividad industrial.
Según trascendió tras el encuentro, el diálogo giró en torno a una agenda común para atravesar un escenario que los industriales definen como “complejo”, marcado por una actividad que no logra despegar y por tensiones crecientes en el empleo formal.
Caputo destacó en redes sociales que el intercambio permitió avanzar sobre “la importancia de la modernización laboral, la inversión privada y la formalización” como pilares del crecimiento.
Del encuentro participaron el presidente de la UIA, Martín Rappallini; el secretario de Comercio, Pablo Lavigne; y miembros del comité ejecutivo de la entidad empresaria.
Además, ambas partes acordaron sostener una mesa de trabajo permanente para abordar los problemas estructurales que afectan a la industria, en línea con las conversaciones que la UIA ya venía manteniendo con funcionarios del área económica.
Tras la reunión con el ministro, la central fabril realizó su última Junta Directiva del año, donde se analizó el cierre de 2025.
Allí se advirtió sobre un panorama de “actividad estancada, pérdida de puestos de trabajo y dificultades para sostener los niveles de producción en algunos rubros”, especialmente en comparación con otros sectores que muestran una recuperación más firme, como la construcción.
De acuerdo con datos presentados por la UIA, la industria atravesó en 2025 un desempeño dispar entre sectores, con un impacto negativo en el empleo registrado.
Solo en septiembre se perdieron más de 4.300 puestos de trabajo y, en los primeros nueve meses del año, la caída acumulada superó los 21.000 empleos.
Pese a ese diagnóstico, los industriales valoraron la estabilización macroeconómica y el orden fiscal impulsados por el Gobierno, a los que calificaron como avances relevantes.
No obstante, insistieron en la urgencia de mejorar el acceso al crédito productivo y reducir la elevada carga impositiva que pesa sobre los bienes transables, en un contexto de competencia internacional desigual.
En ese marco, la UIA subrayó la expectativa por el tratamiento en el Congreso de la reforma laboral, a la que consideran una herramienta clave para revertir problemas estructurales del mercado de trabajo.
Desde la entidad señalaron que la iniciativa podría contribuir a bajar la litigiosidad, brindar mayor previsibilidad a las empresas y estimular la creación de empleo formal, un punto central para el desarrollo industrial y de sus cadenas de valor.
