El gasto promedio cayó 16,7% en términos reales y los comercios pymes acumulan cuatro años seguidos de retroceso. La inflación erosiona las fechas clave del consumo.
El Día de la Madre 2025 confirmó una tendencia preocupante: el consumo sigue en retroceso. De acuerdo con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas bajaron 3,5% interanual en términos reales, marcando el cuarto año consecutivo de caída en esta fecha tradicionalmente fuerte para el comercio.
El ticket promedio fue de $37.124, lo que representa una suba nominal del 9,8%, pero una pérdida del 16,7% en poder de compra. En otras palabras, las familias gastaron más pesos, pero pudieron comprar menos.
Pese a los descuentos y cuotas sin interés ofrecidos por más del 80% de los locales, la demanda no reaccionó. “Las promociones sirvieron para sostener el flujo de clientes, pero no alcanzaron para revertir la caída real”, señalaron desde CAME.
Entre los seis rubros relevados, solo Electrodomésticos y equipos de audio y video creció 0,6%, mientras que Librería (-6,3%), Cosmética (-5,6%) e Indumentaria (-3,3%) encabezaron las bajas.
El fenómeno refleja un deterioro persistente del poder adquisitivo y una tendencia de consumo más racional y limitado. Con salarios rezagados frente a la inflación, las familias priorizan lo esencial y dejan en segundo plano los regalos costosos.
El Día de la Madre, históricamente una oportunidad para dinamizar las ventas, dejó así una conclusión clara: la economía del afecto no logra escapar de la crisis del bolsillo.