Prosegur Cash anunció que su marca de cajeros ORUS prevé expandirse 50% en 2025, sobre todo en zonas de baja cobertura bancaria. A continuación un artículo preparado por la empresa que destaca el valor del efectivo en un mercado de pagos cada vez más digitalizado”
En un contexto global cada vez más digitalizado, los pagos electrónicos, las billeteras virtuales y los dispositivos inteligentes se expanden como alternativas cotidianas. Sin embargo, el dinero en efectivo mantiene un rol esencial en la economía: convive con estas nuevas formas de pago y garantiza que la operatoria continúe funcionando para todos los sectores de la sociedad. Frente a esta coexistencia entre lo físico y lo digital, surge una pregunta clave desde la perspectiva empresarial y de seguridad: ¿qué tan preparados estamos para enfrentar una interrupción tecnológica masiva?
Hoy, más del 80 % de las transacciones en los países desarrollados se realizan a través de medios digitales. Argentina no es una excepción y el avance de los medios digitales no tiene pausa en los últimos años. Según el BCRA, en 2024, la cantidad de pagos electrónicos creció un 45% frente al año anterior, superando las 28,3 transacciones por adulto, promedio por mes. La digitalización del sistema financiero avanza con fuerza, aportando eficiencia, agilidad y nuevas herramientas de gestión. Sin embargo, este crecimiento también expone vulnerabilidades: en los últimos años, diversas entidades bancarias enfrentaron reclamos significativos por fraudes en plataformas digitales, lo que evidencia la necesidad de reforzar protocolos de seguridad, continuidad operativa y gestión de riesgos.
Los recientes episodios de fallos en telecomunicaciones, cortes de energía o ciberataques en distintas partes del mundo demostraron que los entornos digitales pueden verse interrumpidos de manera repentina. En esos momentos, ciudadanos, comercios e instituciones se enfrentan a restricciones operativas. Allí el efectivo no “vuelve”, porque nunca se fue: permanece disponible, inmediato y funcional para sostener la actividad económica sin depender de infraestructuras tecnológicas.
El efectivo no requiere conectividad, energía ni dispositivos. Es ágil, accesible y está al alcance de toda la población. Su presencia en el sistema financiero garantiza que los servicios esenciales, los comercios y los consumidores puedan operar en cualquier circunstancia, fortaleciendo la resiliencia económica y social.
En este sentido, contar con servicios especializados en gestión del efectivo resulta fundamental para asegurar esa continuidad.
Prosegur ofrece soluciones diseñadas para garantizar la disponibilidad, seguridad y trazabilidad del dinero físico en todo momento.
● Cash Today permite a los negocios depositar su recaudación de forma rápida y segura en una caja fuerte inteligente conectada en línea, que valida los billetes y brinda control total sobre el flujo de efectivo. Actualmente, más de 2.450 equipos se encuentran instalados en comercios de todo el país, lo que demuestra la escala y la confianza alcanzada por esta tecnología.
● ORUS, por su parte, ofrece una solución integral de cajeros automáticos inteligentes instalables en comercios e instituciones, permitiendo operaciones seguras, rápidas y con soporte completo. En lo que va del año, la red de ATM no bancarios en el país creció un 115% y, en este contexto, ORUS prevé expandirse más de un 50% durante 2025, con especial foco en zonas con baja cobertura bancaria, fortaleciendo así la inclusión financiera.
Estas herramientas permiten a las empresas reducir riesgos, optimizar su operativa y asegurar la continuidad del negocio, sin depender exclusivamente del ecosistema digital.
La reciente caída de plataformas de servicios en la nube lo demostró con claridad: múltiples plataformas de pago y servicios digitales en Argentina experimentaron interrupciones que afectaron la operatoria diaria de usuarios y comercios. Este episodio volvió a poner en evidencia la creciente dependencia de infraestructuras tecnológicas globales y la importancia de contar con canales que garanticen continuidad, como el efectivo gestionado profesionalmente.
Además, la digitalización no es universal. Diversos informes del sector señalan que una parte importante de las personas mayores aún utiliza el efectivo como principal medio de pago, y muchas localidades rurales no cuentan con acceso estable a servicios financieros digitales. En ese contexto, preservar la circulación de efectivo sigue siendo también una cuestión de inclusión y equidad.
Un equilibrio necesario
Revalorizar el uso del efectivo no implica retroceder, sino consolidar un sistema financiero equilibrado, estable y accesible para todos.
La innovación avanza, pero la estabilidad depende también de contar con medios que funcionen siempre, sin condicionantes tecnológicos.
En ese equilibrio entre lo físico y lo digital, el efectivo —bien gestionado, seguro y disponible— sigue siendo un pilar silencioso pero indispensable para la continuidad de la economía y la confianza social.