El Gobierno nacional pondrá en marcha desde el 1° de enero la Fase 4 del programa económico, una nueva etapa que tendrá como pilares la compra de divisas, la inyección controlada de pesos y la continuidad del proceso de desinflación.
Los lineamientos oficiales para 2026 detallan que el objetivo central será remonetizar la economía sin perder el ancla nominal, al tiempo que se busca fortalecer las reservas internacionales del Banco Central (BCRA).
Remonetización y control monetario
Desde la autoridad monetaria, presidida por Santiago Bausili, anticiparon que el control de los agregados monetarios será una de las claves de esta etapa.
“El monitoreo de la oferta monetaria será crucial durante el proceso de remonetización”, señalaron desde el organismo, al explicar que la emisión acompañará la recuperación de la demanda de dinero.
Según el BCRA, el aumento de pesos en la economía se realizará priorizando la acumulación de reservas, de modo que el crecimiento monetario esté respaldado por dólares y no por financiamiento inflacionario.
Cómo comprará dólares el Banco Central
En esta nueva fase, el BCRA podrá comprar hasta el 5% diario del volumen operado en el mercado cambiario, además de realizar adquisiciones puntuales por fuera de esas ruedas.
La estrategia busca reforzar el stock de reservas en un contexto en el que el Tesoro deberá afrontar en enero vencimientos de deuda por unos USD 4.200 millones, lo que convierte a la acumulación de divisas en una prioridad inmediata.
Desde el Central confían en que el mayor acceso de las empresas al financiamiento externo permitirá que las compras de dólares se traduzcan en un aumento genuino de reservas, sin que deban utilizarse para pagos de capital o intereses.
Nuevas bandas cambiarias desde enero
Otro de los cambios relevantes será la entrada en vigencia de las nuevas bandas cambiarias, que se ajustarán según la inflación con un rezago de dos meses. En este caso, se tomará como referencia el 2,3% correspondiente a octubre.
Este esquema apunta a dar previsibilidad al mercado cambiario y reforzar la señal de disciplina macroeconómica en el inicio de 2026.
Señales sobre el cepo cambiario
El Banco Central también dejó entrever que podría avanzar con una mayor flexibilización del cepo cambiario para empresas, aunque sin plazos concretos.
Según explicó el organismo, si se consolida el equilibrio en el mercado de cambios y el Tesoro logra un acceso fluido al financiamiento externo, podrían relajarse las restricciones vinculadas al pago de dividendos y deudas comerciales previas a 2025.
En paralelo, continuará el proceso de normalización de los encajes bancarios, con el objetivo de mejorar la intermediación financiera sin comprometer la estabilidad macro.
“Cualquier ajuste se hará de manera consistente con la baja de la inflación y la recuperación del crédito”, remarcaron desde el BCRA.
