El Producto Bruto Interno (PBI) de la Argentina creció 3,3% interanual en el tercer trimestre de 2025 y avanzó 0,3% respecto del trimestre anterior, según un informe de la consultora LCG basado en datos oficiales del INDEC. Con este resultado, la actividad económica alcanzó nuevos máximos, impulsada principalmente por el fuerte desempeño del sector externo.
Si bien el crecimiento trimestral quedó levemente por debajo de lo que había anticipado el EMAE, el repunte permitió compensar la caída del trimestre previo y consolidar una recuperación que se apoya en las exportaciones, en un contexto de menor incertidumbre macroeconómica.
Las exportaciones, el principal motor del crecimiento
El informe destaca que las exportaciones crecieron 6,4% trimestral, explicando 1,4 puntos porcentuales del avance del PBI. La mejora estuvo asociada a liquidaciones récord registradas en julio y septiembre, favorecidas por la reducción de retenciones, incluido el cupo de 0%.
En contraste, las importaciones cayeron 2,7% en términos trimestrales, lo que permitió que las exportaciones netas aportaran 2,3 puntos porcentuales al crecimiento del producto. Sin embargo, en la comparación interanual se observa un cambio de tendencia: las importaciones aumentaron 23,7%, muy por encima del crecimiento de las exportaciones (10,2%).
Consumo e inversión: señales mixtas
El crecimiento del PBI también contó con un aporte moderado del consumo:
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Consumo privado: +0,2% trimestral
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Consumo público: +0,5% trimestral
No obstante, ambos mostraron incrementos débiles frente a trimestres anteriores. En particular, el consumo privado estuvo impulsado casi exclusivamente por bienes importados, que crecieron 18% interanual, mientras que el consumo nacional no registró variaciones.
La inversión fue el componente más rezagado, con una caída del 6% trimestral, restando 1,2 puntos porcentuales al crecimiento del PBI. A pesar de ello, en términos interanuales la inversión creció 10,3%, con una fuerte diferencia entre componentes: cayó la inversión en equipos durables de producción nacionales (-8% a/a), pero se disparó la compra de equipos importados (+43% a/a).
Qué se espera para los próximos meses
De cara al cuarto trimestre, el informe señala que la actividad muestra una evolución errática. Octubre habría sido positivo, mientras que noviembre se perfila más débil, aunque con información todavía parcial.
En el corto plazo, la reducción de la incertidumbre macroeconómica —a través de una baja del riesgo país, menores tasas de interés y un costo de financiamiento más bajo— podría aliviar la dinámica del consumo y la inversión. Sin embargo, los analistas advierten que no se esperan impulsos significativos de crecimiento en el mediano plazo si la recuperación sigue concentrada en bienes importados.
En ese marco, la reciente racionalización del esquema cambiario, con una ampliación gradual de la banda superior, podría contribuir a aliviar la presión sobre las exportaciones y mejorar la competitividad.
Proyección para 2025
Según las estimaciones del informe, la economía argentina crecería en torno al 4,5% anual en 2025, con un perfil de expansión más apoyado en el sector externo que en la demanda interna.
