El Ministerio de Economía logró este miércoles un rollover del 114,6%, en una licitación clave que se dio tras semanas de tensión en los mercados. Con la ayuda de la normativa reciente del Banco Central, que permitió a los bancos usar los nuevos títulos para integrar encajes, la colocación superó las expectativas y permitió cubrir vencimientos y sumar fondos adicionales.
De acuerdo con el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, se adjudicaron cerca de $7,7 billones frente a ofertas que totalizaron $8,3 billones. El contraste fue notorio respecto a la primera subasta de agosto, cuando apenas se había conseguido un rollover del 61%.
El grueso de la operación se concentró en los instrumentos ajustados por TAMAR, que sirvieron a los bancos para cumplir con la integración de encajes en el BCRA. A cambio, el Tesoro debió convalidar un rendimiento de hasta 86% de tasa efectiva anual, nivel que refleja el costo creciente de financiamiento en pesos.
Entre los títulos adjudicados se destacaron:
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LECAP al 30 de septiembre (S30S5) por $1,6 billones con tasa mensual del 4,81%.
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LECAP al 16 de enero de 2026 (S16E6) por $0,9 billones al 3,53% TEM.
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LECAP al 27 de febrero de 2026 (S27F6) por $0,55 billones al 3,95% TEM.
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TAMAR con vencimiento enero 2026 por $3,3 billones (+1,64% TNA).
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TAMAR con vencimiento febrero 2026 por $1,28 billones (+1,50% TNA).
En tanto, los bonos dólar linked quedaron desiertos, sin postores.
El CEO de Insider Finance, Pablo Lazzati, destacó que “el resultado es excelente y no solo porque logró un rollover de más del 100% sobre los vencimientos del día”. Además, remarcó que el hecho de que los bonos atados al dólar no recibieran interés muestra que el mercado “no la ve como posible en el corto/mediano plazo”.
Según Lazzati, “la alta demanda por activos con vencimiento en enero y febrero de 2026, adjudicando más de $4 billones a tasa TAMAR, refleja una gran parte del mercado con confianza para invertir en activos que vencen post elecciones de octubre”.
Desde Puente, en tanto, evaluaron que el resultado fue positivo porque permitió cubrir todos los vencimientos sin necesidad de emitir más pesos: “La contracara son las tasas altas, unos 200 puntos básicos más por encima del mercado, que ya eran muy altas de por sí. Así y todo fue una licitación razonable dentro de lo que se podía esperar y dados los nuevos requerimientos de encajes”.
En resumen, el Tesoro consiguió oxígeno financiero, logró dar vuelta el flojo desempeño del inicio del mes y se llevó una señal de confianza del mercado, aunque al costo de validar tasas de interés en niveles muy exigentes.