La Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) emitió un fuerte comunicado tras la confirmación de la condena a Cristina Fernández de Kirchner, en el que pidió que las reacciones ante el fallo judicial se mantengan dentro de los canales institucionales y en un clima de paz social.
La CAC llamó a evitar disturbios y respetar los fallos judiciales
En un mensaje dirigido tanto a la ciudadanía como a la dirigencia política, la entidad empresarial reclamó que cualquier desacuerdo con la sentencia de la Corte Suprema se exprese “por vías pacíficas y democráticas”, y advirtió sobre los riesgos de posibles desbordes sociales.
“Una reacción desmedida ante un fallo judicial podría deteriorar aún más la confianza de inversores nacionales e internacionales”, sostuvo la CAC.
Preocupación del sector privado por el clima social
La Cámara –que forma parte del Grupo de los 6, junto a las principales entidades empresarias del país– recordó que el sistema judicial argentino brinda instancias suficientes para apelar decisiones, y que una vez agotadas, corresponde acatar los fallos.
Asimismo, remarcaron que en un contexto de esfuerzos por restablecer la credibilidad económica del país, cualquier signo de inestabilidad o desobediencia institucional puede tener consecuencias graves sobre la actividad productiva y el empleo.
“Resultaría lamentable que un rechazo a una sentencia derive en situaciones de desorden que afecten la convivencia democrática”, advirtió la entidad.
Repudio al ataque a Artear y condena a la violencia
Además, la CAC condenó el reciente ataque a las oficinas del Grupo Artear y lamentó los daños materiales y el riesgo al que fueron expuestos los trabajadores del medio.
“La violencia es inaceptable en una sociedad democrática. El desconocimiento de los fallos judiciales atenta contra el orden republicano, y la corrupción es incompatible con cualquier estándar ético”, agregaron.
Llamado a la responsabilidad colectiva
Para finalizar, la CAC instó a “toda la sociedad y a su dirigencia” a preservar los principios democráticos y sostener la institucionalidad como base para construir una Argentina “más justa, libre y próspera”.