Los ruidos entre el ministro de Economía, Luis Caputo, y los grandes bancos del sistema financiero volvieron a tensarse tras el anuncio de que el Gobierno intervendrá directamente en el mercado cambiario para estabilizar la cotización del dólar.
El Tesoro Nacional vendió el martes US$100 millones para contener la suba y logró que la divisa cerrara en $1.375, después de un salto de $10 en la jornada previa.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, explicó que la medida busca “contribuir a la liquidez y el normal funcionamiento del mercado”, en el marco del sistema de bandas cambiarias móviles que se ajustan un 1% mensual. Según el funcionario, el esquema cuenta con el aval del Fondo Monetario Internacional (FMI).
No obstante, en la City estiman que el “poder de fuego” del Tesoro es acotado. La consultora Outlier calculó que dispone de menos de US$1.700 millones, depositados en el Banco Central (BCRA). En cambio, el BCRA cuenta con un respaldo de alrededor de US$14.000 millones provenientes del acuerdo con el FMI.
En declaraciones televisivas, el director del BCRA, Federico Furiase, detalló que el Tesoro había adquirido US$3.000 millones (US$1.500 millones vía Bontes y otros US$1.500 millones en compras en bloque), aunque aclaró que no necesariamente están disponibles para intervenciones inmediatas.
Quirno justificó la decisión en el contexto de incertidumbre electoral y aseguró que “no hay ruptura del esquema de bandas”. Recalcó que el BCRA seguirá actuando en los límites superior e inferior de la franja cambiaria, mientras que el Tesoro se enfocará en evitar episodios de falta de liquidez.
El dólar oficial cerró este miércoles en $1.335 para la compra y $1.375 para la venta en Banco Nación, sin cambios respecto del martes.
La tensión entre el Gobierno y el sistema financiero se suma al escenario político y económico, donde la estabilidad cambiaria se convirtió en uno de los ejes centrales de la estrategia oficial.