“Las negociaciones han sido productivas. Mañana brindaremos más detalles, pero puedo decir que se lograron progresos importantes”, afirmó Bessent.
Tras meses de tensiones crecientes, Estados Unidos y China lograron un acuerdo comercial que podría marcar el inicio del fin de la guerra arancelaria entre ambas potencias.
El anuncio, que tuvo lugar hoy, generó alivio en los mercados internacionales, que venían siendo golpeados por la escalada de medidas proteccionistas desde abril.
El conflicto se había intensificado con la imposición de aranceles de hasta 145% sobre productos chinos y tarifas del 125% a bienes estadounidenses, lo que en la práctica representaba un bloqueo casi total al comercio bilateral. El nuevo entendimiento busca desactivar este escenario de confrontación económica.
El secretario del Tesoro de EE.UU., Scott Bessent, confirmó que hubo “avances sustanciales” durante las conversaciones mantenidas con la delegación china. “Las negociaciones han sido productivas. Mañana brindaremos más detalles, pero puedo decir que se lograron progresos importantes”, afirmó Bessent.
Además, explicó que el presidente Donald Trump ha estado al tanto del desarrollo del diálogo. “El embajador Jamieson y yo hablamos anoche con el presidente, quien está completamente informado. Mañana brindaremos una sesión informativa completa sobre lo acordado”, detalló.
Por su parte, el representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, también destacó la velocidad y efectividad de las conversaciones bilaterales: “Fue sorprendente lo rápido que alcanzamos consensos, lo cual demuestra que quizás las diferencias no eran tan profundas como se creía”.
Greer subrayó que el principal objetivo de la Casa Blanca sigue siendo reducir el déficit comercial de 1,2 billones de dólares que mantiene Estados Unidos. “El presidente declaró una emergencia nacional por este desequilibrio. Estamos convencidos de que este acuerdo con China es un paso fundamental para comenzar a revertirlo”, agregó.
Ambos funcionarios coincidieron en elogiar el trabajo de los negociadores chinos, a quienes calificaron de “diligentes y comprometidos”, y señalaron que el clima de las reuniones se caracterizó por el “respeto mutuo, cooperación y objetivos compartidos”.
Aunque todavía no se divulgaron los detalles técnicos del acuerdo firmado en Suiza, desde Washington aseguran que se trata de un entendimiento que podría marcar un cambio de rumbo en la política comercial bilateral.
El mercado global sigue de cerca cada paso de esta negociación, ya que una solución definitiva al conflicto entre China y EE.UU. podría tener un impacto directo sobre el comercio internacional, los flujos de inversión y el crecimiento económico global.