Freelancers argentinos: ingresos por encima de U$S 2.500 y un ecosistema cada vez más cripto

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La exportación de servicios se consolida como una vía de ingresos en dólares: crece el uso de stablecoins, se profesionaliza el perfil del talento y se diversifican los países que demandan trabajo remoto argentino.

El mapa del trabajo freelance argentino volvió a cambiar de escala. Los profesionales que exportan servicios no solo están cobrando más, sino que además lo hacen mayoritariamente en dólares digitales. El último informe de una plataforma líder en pagos internacionales revela que el 30% de los trabajadores cobra en USDC, el 22% en USDT y un 10% recibe dólares directamente vía apps financieras, mientras que solo el 2% opta por pesos.

La preferencia por stablecoins crece también por la expansión de redes de bajo costo como Tron y Polygon, cuya velocidad y tarifas reducidas aceleraron la adopción entre quienes operan de forma regular con clientes del exterior.

Ingresos en alza: de un promedio anual de U$S 1.475 a más de U$S 2.500

El perfil del freelancer argentino también evolucionó. En los últimos 12 meses, los ingresos promediaron US$ 1.475 mensuales, pero en el trimestre más reciente ese número se disparó a US$ 2.586. La explicación está en el tipo de profesional que domina el sector:

desarrolladores, programadores, consultores, tecnólogos y diseñadores senior desplazaron a quienes realizaban tareas simples o esporádicas.

Este recambio hizo que el trabajo remoto argentino dejara de ser un mercado de microtareas dispersas para convertirse en un ecosistema profesional integrado a estándares globales.

 

Un mercado menos concentrado: Europa gana terreno

Hasta 2024, el 94% de los pagos provenía de Estados Unidos. Hoy esa participación baja al 88%, mientras Europa trepa al 12%, señal de una expansión geográfica del talento argentino.

Las empresas europeas demandan cada vez más perfiles calificados capaces de facturar de forma flexible y resolver pagos internacionales sin fricción. Según Guillermo Escudero, director de CryptoMarket en Argentina, esa demanda también responde a un rasgo cultural:
“El argentino tiene una adaptación admirable. Esa elasticidad lo vuelve muy competitivo afuera”, afirma.

Escudero agrega que la inclinación a operar en dólares está arraigada desde hace décadas, y que la llegada de los dólares digitales simplemente aceleró un proceso natural: “Era cuestión de tiempo para que parte del ahorro argentino migrara a stablecoins”.

 

Stablecoins para empresas: el próximo salto

El uso corporativo también empieza a despegar. Jonathan Chester, CEO de Bitwage, señala que la integración reciente con Paystand habilita por primera vez una infraestructura para pagos empresariales directamente en stablecoins.
“Argentina puede ser uno de los primeros países en adoptarlo masivamente”, asegura.

Para trabajadores y compañías, el atractivo es claro: previsibilidad en las cobranzas, menor costo operativo y protección frente a la volatilidad.

 

Una nueva lógica laboral: pensar, cobrar y ahorrar en dólares digitales

Aunque la macroeconomía local muestra algo más de estabilidad, los freelancers ya adoptaron una dinámica que trasciende los ciclos argentinos: cobrar en dólares y evitar el sistema financiero tradicional.

 

La decisión no es ideológica: es práctica.

Buscan autonomía, rapidez y una moneda estable. Las cripto —especialmente las stablecoins— ofrecen esas ventajas sin intermediarios.

Esa tendencia se fortaleció en un mes en el que Buenos Aires se convirtió en epicentro global del ecosistema cripto: conferencias, hackatones y más de 300 eventos paralelos atrajeron a figuras como Vitalik Buterin y Gavin Wood, entre otras. Un escenario que mostró que el talento local ya forma parte de las conversaciones centrales de la industria Web3.

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