El Gobierno nacional oficializó en las últimas horas la desregulación del mercado eléctrico, con un fuerte impulso a la competencia, la inversión privada y la ampliación del sistema de transporte de energía.
Lo hizo mediante el decreto 450/2025, publicado en el Boletín Oficial, que establece un nuevo marco para el sector eléctrico.
La decisión se alinea con la reciente medida de unificar los entes reguladores ENRE y ENARGAS, en una estrategia que busca simplificar estructuras y reducir la intervención estatal en áreas clave.
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Principales medidas de la desregulación
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Apertura total al comercio internacional de energía eléctrica, con reglas claras. El Estado solo podrá intervenir por motivos técnicos o de seguridad.
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Contratos entre privados: se restituye la posibilidad de firmar contratos de compraventa libremente, derogada en 2013. Esto busca estabilidad e inversiones a largo plazo.
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Libre elección del proveedor: los usuarios podrán elegir a quién comprarle la energía sin trabas regulatorias.
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Transparencia en la facturación: la factura deberá reflejar únicamente los bienes y servicios contratados, excluyendo impuestos locales o cargos extra.
Inversiones por más de US$ 6.600 millones
La desregulación se acompaña con un ambicioso plan de expansión del sistema de transporte eléctrico. Se proyecta la incorporación de 5.610 km de nuevas líneas, un incremento del 38,3% en la red del Sistema Argentino de Interconexión (SADI).
Estas obras serán financiadas por capital privado bajo esquemas de concesión, y el objetivo es aliviar cuellos de botella y asegurar el abastecimiento eléctrico a nivel nacional.
Período de transición
El decreto establece 24 meses de transición para adaptar toda la normativa complementaria. Se busca una implementación gradual, ordenada y previsible, con participación del sector privado en el desarrollo de infraestructura clave.