Las dos agroexportadoras solicitaron a la Justicia excluir a la firma Avir South del proceso de cramdown, al denunciar que se trata de un acreedor indirecto con estructura offshore que podría alterar la transparencia del concurso.
En un nuevo capítulo del extenso concurso preventivo de Vicentin S.A.I.C., las compañías Molinos Agro y Louis Dreyfus Company (LDC) presentaron ante el Juzgado Civil y Comercial que lleva la causa un pedido formal para que se excluya del voto a Avir South S.A.R.L., una sociedad con sede en el exterior que actualmente representa cerca del 37% del pasivo computable de la agroexportadora santafesina.
El planteo busca impedir que Avir South participe en la definición del cramdown, la instancia en la que los acreedores deciden el futuro de la compañía. Según argumentan Molinos y LDC, la firma en cuestión no sería un acreedor original, sino que habría adquirido su posición mediante una compleja red societaria offshore, vinculada a un entramado financiero que incluiría a Grassi S.A. y CIMA Investments, con ramificaciones en Bahamas, Uruguay y las Islas Vírgenes Británicas.
“Lo que está en juego es la transparencia del proceso y el derecho de los acreedores genuinos a decidir sin interferencias”, señalaron las empresas en su presentación. A su entender, permitir la participación de un actor indirecto abriría la puerta al “tráfico de votos”, una práctica que distorsionaría el espíritu de la Ley de Concursos y Quiebras, la cual reserva el voto solo a los acreedores reconocidos judicialmente.
El reclamo de Molinos Agro y Louis Dreyfus se suma a las tensiones que rodean el futuro de Vicentin, una de las mayores insolvencias del sector agroindustrial argentino. Ambas compañías remarcaron que su objetivo es preservar un procedimiento “transparente, equitativo y conforme a derecho”, que garantice condiciones justas para todos los acreedores y asegure que las decisiones sobre el rescate de la firma se tomen sin influencias externas ni estructuras opacas.