La cotización se acercó al techo de la banda cambiaria oficial. Subas en todos los tipos de cambio y presión de factores estacionales, políticos y financieros.
Luego de un cierre de junio con relativa calma, el dólar arrancó julio en alza y con subas en todas sus cotizaciones.
El dólar oficial trepó 3,7% en la semana, mientras que el mayorista avanzó 5,2%, marcando el mayor valor desde que el Gobierno flexibilizó el cepo en abril y definió una banda de flotación entre $1.000 y $1.400.
La divisa se posicionó más cerca del techo de la banda:
-
Oficial Banco Nación: $1.230 para la compra y $1.280 para la venta
-
Promedio BCRA: $1.282,46
-
Banco Macro: $1.295 (venta)
El dólar mayorista subió 1,9% y cerró en $1.263,50.
El dólar MEP avanzó 2,4% hasta $1.276,44.
El contado con liquidación (CCL) trepó 2,5% a $1.279,75.
Y el dólar blue cerró en $1.270, con una suba de 3,31%.
Qué factores presionan al dólar
Varios factores generan presión sobre la demanda de divisas:
-
Pago del medio aguinaldo y mayor disponibilidad de pesos en el mercado.
-
Furor por el turismo al exterior en vacaciones de invierno.
-
Dolarización de carteras ante la incertidumbre política por las elecciones legislativas de octubre.
-
Fin de la baja temporal de retenciones a la soja y el maíz, lo que llevó a un adelanto en la liquidación de divisas.
Qué pasa con las reservas y el agro
Las reservas internacionales del BCRA se mantienen en US$ 41.739 millones. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, el primer semestre del año fue récord en volumen exportado (64,5 Mt de granos, aceites y subproductos), aunque la liquidación quedó en US$ 18.101 millones, afectada por la baja en los precios internacionales.
De acuerdo con las proyecciones, el aporte total del agro en 2025 rondará los US$ 32.070 millones, apenas por encima del año anterior. Sin embargo, se espera una caída en el ingreso de divisas durante el segundo semestre, ya que gran parte del flujo se anticipó con el beneficio impositivo que venció a fines de junio.
El próximo pico de ingresos se espera recién hacia fines de noviembre y diciembre, con la cosecha fina de trigo y cebada.