El Gobierno nacional anunció la eliminación temporaria de las retenciones al agro hasta el 31 de octubre, una medida que busca acelerar la liquidación de divisas, pero que podría generar un fuerte impacto en las cuentas públicas.
Según un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), el costo fiscal directo imputable a 2025 alcanzaría los US$1.000 millones, lo que equivale al 0,15% del PBI.
Esta pérdida de ingresos representaría el 46% del superávit previsto para este año (0,3% del PBI), lo que podría dificultar el cumplimiento de las metas fiscales acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Impacto sobre la recaudación
El IARAF explicó que, de acuerdo con las alícuotas vigentes y la eliminación temporaria, la pérdida de recaudación directa se ubicaría entre US$1.460 millones y US$1.600 millones, es decir, entre 0,25% y 0,28% del PBI, dependiendo del nivel de liquidación de soja y maíz que realicen los productores.
El estudio planteó tres escenarios de liquidación de stocks:
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40% de maíz y 100% de soja.
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60% de maíz y 90% de soja.
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80% de maíz y 80% de soja.
Posibles efectos compensatorios
El reporte también destacó que existen efectos indirectos que podrían reducir el costo fiscal neto:
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Mayor base imponible de Ganancias: la eliminación de retenciones aumenta la rentabilidad de las exportaciones y, por lo tanto, la recaudación de este impuesto.
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Incremento en el consumo y la inversión: al quedar mayor renta en manos de los productores, parte se destinaría a gasto e inversión, lo que generaría ingresos adicionales vía IVA, Ganancias y otros tributos.
Con este ajuste, el IARAF estimó que el costo fiscal neto para la Nación, tras la coparticipación, bajaría a 0,26% del PBI en el escenario 1, 0,24% en el escenario 2 y 0,23% en el escenario 3.