El superávit comercial energético alcanzó los US$3.761 millones en el primer semestre de 2025, convirtiéndose en el más alto en 35 años.
El resultado refleja un fuerte crecimiento de las exportaciones energéticas y una marcada caída de las importaciones.
El repunte del sector se explica por un aumento del 10,8% en las exportaciones y una baja del 23,6% en las importaciones durante los primeros seis meses del año. Solo en junio, el superávit fue de US$739 millones, con exportaciones que subieron un 74,2% e importaciones que se redujeron casi 58%.
Con este desempeño, el sector energético consolida la tendencia positiva iniciada en 2024, cuando el superávit anual fue el más alto en casi dos décadas.
Desde el Gobierno destacaron que este avance fue posible gracias a “reglas claras” y al impulso de sectores como el petróleo y el gas. Además, el ministro de Economía celebró el resultado y proyectó que, en seis años, los saldos exportables de energía y minería podrían duplicar los del agro, con ingresos cercanos a los US$50.000 millones.
El dato no solo alienta al oficialismo, sino que también refuerza las expectativas de un crecimiento sostenido de las exportaciones en los próximos años, en un contexto de transformación energética y mejora en la balanza comercial.
