El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que tomará una decisión antes del viernes sobre quién ocupará la vacante en la Junta de Gobernadores de la Reserva Federal (Fed) que dejará Adriana Kugler, tras su sorpresiva renuncia para regresar a la Universidad de Georgetown.
En paralelo, el mandatario confirmó que redujo a cuatro los candidatos para suceder a Jerome Powell en la presidencia de la Fed, cuyo mandato concluye en mayo. Entre ellos figuran el asesor económico de la Casa Blanca Kevin Hassett, el exgobernador y aliado de Trump Kevin Warsh, y el actual gobernador Christopher Waller. El nombre del cuarto aspirante no fue revelado.
“Tomaré esa decisión antes de que finalice la semana”, dijo Trump a periodistas en la Casa Blanca. “Ahora mismo solo quedan cuatro personas… Dos Kevins y dos más”.
Una vacante estratégica en medio de tensiones económicas
La designación del reemplazo de Kugler sería, inicialmente, solo por los pocos meses restantes de su mandato. Sin embargo, Trump deslizó que planea nominar a la misma persona para un mandato completo de 14 años y, potencialmente, como sucesor de Powell, otorgándole varios meses para influir en la política monetaria.
El anuncio ocurre mientras la Fed mantiene la tasa de referencia en un rango de 4,25%-4,50% en medio de una inflación que sigue por encima del 2% y señales de desaceleración del mercado laboral. El informe de empleo de julio mostró un crecimiento débil y revisiones a la baja de meses anteriores, alimentando apuestas del mercado sobre un recorte de tasas en la reunión del 16 y 17 de septiembre.
Críticas a Powell y tensiones con las estadísticas oficiales
Trump volvió a criticar a Powell por no recortar las tasas desde su regreso a la Casa Blanca en enero y admitió que evaluó despedirlo. En paralelo, desató controversia al remover a la comisionada de la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), Erika McEntarfer, acusándola sin pruebas de manipular datos de empleo para perjudicar a su administración.
Economistas y analistas advirtieron que estas decisiones generan inquietud sobre la independencia de los organismos económicos de Estados Unidos. “Si nombra a alguien percibido como un lacayo para presidir la Fed, multiplíquelo por mil”, advirtió Michael Strain, del American Enterprise Institute.