El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este miércoles una nueva tanda de aranceles que entrarán en vigor en agosto contra países que, según su gobierno, no alcanzaron acuerdos comerciales satisfactorios con Washington.
Según informó, se enviaron cartas formales de notificación a siete naciones, con impuestos que van desde el 20% hasta el 30% sobre bienes importados, en una estrategia que apunta a fortalecer el “comercio recíproco”.
Países y tasas anunciadas
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30% para productos de Argelia, Libia, Irak y Sri Lanka
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25% para Brunei y Moldavia
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20% para Filipinas, uno de los pocos socios comerciales relevantes afectados (exportó US$14.100 millones a EE.UU. en 2024)
Estos aranceles reemplazan tasas aún más altas anunciadas en abril, como las de Irak (bajadas del 39%) y Sri Lanka (antes 44%), aunque mantienen un tono de presión creciente.
Trump: “Todo el dinero será pagadero desde el 1° de agosto”
Trump anunció las medidas a través de redes sociales y aseguró que no habrá prórrogas después del 1° de agosto de 2025. Aunque previamente había dicho que esa fecha no estaba “100% firme”, ahora insiste en que los aranceles se aplicarán de forma “inmediata y efectiva”.
Nuevas amenazas: UE, India y más sectores en la mira
🔹 Trump advirtió que la Unión Europea podría enfrentar aranceles unilaterales, pese a los avances en las negociaciones.
🔹 También prometió un impuesto adicional del 10% para India, por su participación en los BRICS, bloque que según él amenaza el dominio del dólar como moneda global.
Además, el presidente anticipó aranceles sectoriales extremos:
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50% sobre productos de cobre, lo que disparó su precio un 17% en Nueva York
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Hasta 200% en productos farmacéuticos, si las empresas no relocalizan su producción en EE.UU. dentro del próximo año
Impacto en los mercados y dudas sobre su aplicación
Pese al anuncio, los mercados financieros reaccionaron con cautela, debido a la posibilidad de que muchas de estas medidas no se implementen completamente. Trump ya había extendido el plazo para las negociaciones y hay escepticismo sobre su cumplimiento real.
Aun así, el clima de incertidumbre comercial se intensifica, afectando a empresas, consumidores y socios internacionales, justo en un momento clave de tensión geopolítica y redefinición de alianzas globales.