Tiger Global, el fondo que está detrás de Despegar.com

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La empresa que nació en Argentina y es líder de la región en venta de pasajes y hoteles por Internet anunció la apertura de su capital accionario en Wall Street. Pero desde 2007 tiene un accionista mayoritario que pocos conocen.

En el mundo de los hedge funds, donde la premisa es ganar mucho dinero en forma muy rápida, hay uno que se destaca por haber logrado ambas cosas. El fondo que maneja a Despegar y que próximamente la llevará a cotizar en la bolsa de Nueva York, es quizás la historia que mejor representa esas premisas. Tiger Global Management llamó la atención al mundo de los negocios por haber otorgado mega-ganancias a sus inversores hasta el año pasado, cuando derrapó 16%. Pero el largo y extenso track record llevó a Tiger a lo más alto. Aunque el fondo se desplomó durante la crisis financiera mundial en 2008 y 2009, Tiger Global Management ostentó un retorno anualizado promedio de más del 40% entre 2001 a 2007, y de entre 45% y 23% entre 2011 y 2012.

Pero más allá de haber cortado su racha ganadora, algo que en los negocios es cuestión de tiempo, Tiger Global fue un pionero en invertir en Facebook desde que salió a cotizar en 2001 y también Zynga. Apostar rápido por la red social que actualmente vale u$s 458.000 millones le deparó a este fondo ganar rápidamente reputación en el mercado. No sólo Tiger como compañía, sino a su fundador, Charles “Chase” Coleman III. “Es sin duda la mayor historia de éxitos entre los jóvenes que empezaron en la industria de hedge funds”, decía la prensa especializada sobre el vertiginoso ascenso a la gloria de “Chase”.

La historia contará lo siguiente: un ex-discípulo de Julian Robertson (quien fundó Tiger en 1980), este “cachorro de tigre” y tímido a la cámara, construyó un start-up de mil millones de dólares en tiempo récord y a una temprana edad. Coleman nació bajo el nombre de Charles Payson Coleman III y se crió en Glen Head, Long Island. Su familia es descendiente de Pieter Stuyvesant, un gobernador holandés de Nueva York inicialmente responsable de construir la pared por la cual fue nombrado a Wall Street en el 1600. El padre de Coleman era socio de Pillsbury, Winthrop, Shaw, Pittman LLP, un prestigioso bufete de abogados en Nueva York, y su madre fue una exitosa propietaria de una empresa de diseño de interiores.

Coleman estudió en la elitista Academia de Deerfield y luego ingresó al Williams College. Se graduó allí 1997 con dos títulos de licenciatura, uno en economía y el otro en español. Al graduarse de la universidad, Coleman se unió a Tiger Management como analista de tecnología y se convirtió en otro de los numerosos cachorros de tigre de Julian Robertson. Este joven financista recogió de su mentor los conceptos de hacer apuestas grandes en compañías con alto potencial, y de ir “short” en compañías o sectores que suelen tener problemas.

Los inicios del magnate

“Chase” empezó de una manera poco usual. Recibió lo que en la jerga se denomina “seed money”, que es el capital inicial para empezar un negocio. Ese dinero lo recibió de su mismísimo mentor y jefe, Robertson. Este gurú de las finanzas cerró Tiger Management en 2000 y le dio a Coleman, que tenía 25 años en ese momento, u$s 25 millones para administrar. El analista de tecnología nombró a su fondo Tiger Technology Management, que más tarde cambió a Tiger Global.

Coleman, que ha seguido la tendencia de su benefactor y tutor, invirtió fuertemente en empresas que le gustan. Esta táctica le devolvió a Coleman diez veces lo que recibió para apostar por las acciones de Facebook poco después de iniciar Tiger Global Management. Aunque Coleman sufrió algunos contratiempos financieros cuando su socio de largo tiempo Feroz Dewan dejó la firma para comenzar su propia compañía, “Chase” sigue siendo uno de los más ricos y más exitosos gestores de fondos de cobertura del mundo.

La fortuna de Coleman, que tiene 43 años de edad y fue un asiduo aportante al partido Republicano, está valuada actualmente en alrededor de u$s 2.000 millones. Forma parte de la lista de los más ricos de Forbes y tiene muy pocas apariciones públicas. Coleman es notable no sólo por su asombroso éxito financiero a tan temprana edad, sino también por su reticencia a estar en el ojo público. Al alejarse de los focos y la lente de la cámara, Coleman tiene más caricaturas de su semejanza circulando en público que las fotografías reales. Tampoco buscando por internet se logra encontrar una sola entrevista con el multimillonario gestor de fondos de cobertura convertido en un recluso financiero. Tan sólo hay citas de otras personas acerca de Coleman. ¿Será un caso de extrema timidez, uno que miles de millones de dólares no pueden curar, o un movimiento calculado? Sigue siendo un enigma para la gran mayoría del mercado financiero.

¿En qué invierte Tiger? Según la última presentación de la compañía ante la Securities and Exchange Commission (SEC), apuesta a empresas de varios sectores con foco en la tecnología. Según se estima en el mercado, tiene una cartera de u$s20.000 millones. Entre las apuestas que hace se encuentran Alibaba, Amazon, Comcast, Facebook, Netflix, MercadoLibre y Microsoft, entre otras. Pero también sumaron recientemente pequeñas participaciones en el sector financiero como MasterCard y Visa. Según se rumorea en el mercado, Tiger estaría pegando la vuelta y después de la caída del año pasado, este año estaría obteniendo un retorno del 15%.

Ahora, uno de los fondos de cobertura más observados del mundo, como Tiger está observando el valor de las acciones de capital privado. El fondo ha estado construyendo una importante participación en las unidades de Apollo Global, el gigante de private equity con u$s 192.000 millones en activos y co-fundado por los multimillonarios Leon Black, Marc Rowan y Joshua Harris. Desde la primera divulgación de una apuesta por Apollo a mediados de marzo, Tiger Global ha estado comprando acciones en forma muy rápida.

Los movimientos de este hedge fund no son siempre tan “claros”. Recientemente está en el ojo de la tormenta por una operación que está provocando una caída vertiginosa de las acciones de Tesco, la gigante supermercadista del Reino Unido. Tiger Global utiliza una offshore en las islas Caymán para provocar que el precio de una acción caiga, obviamente con el fin de beneficiarse más adelante. Este mecanismo, que también usó para apostar contra el supermercado español Día, lo ha empleado durante varios años como una estrategia de gran éxito de tomar grandes participaciones en empresas de comercio electrónico en problemas, como fue especialmente en Amazon, y vender en corto las empresas que están bajo ataque del mercado.

El momento de Despegar.com

En la Argentina, se mira los movimientos de Tiger por su participación accionaria en Despegar, empresa que tiene pautado salir a cotizar en la bolsa de Estados Unidos en agosto. El fondo manejado por “Chase”, que es el mayor accionista en Despegar desde que en 2007 compró una participación de la empresa, decidió que la apertura de capital se realice en el Nasdaq, donde confluyen las principales compañías tecnológicas del mundo, bajo el ticker –símbolo- “DESP”.
Despegar, fundada por Roberto Souviron en 1999, se convertirá en la tercera firma tecnológica de alto impacto de la Argentina que cotiza en los mercados internacionales después de Mercado Libre y Globant. También se supo que Expedia, que controla a Hotels.com y Trivago, pagó u$s270 millones por una porción menor del paquete accionario de Despegar (que opera en 19 países de América Latina, Estados Unidos y España). Si bien ya tienen una asociación comercial entre ambos, la participación que sumó Expedia no le dará derecho a voto.
Tiger ya tuvo su pasado no muy feliz con una empresa argentina, Avenida.com que fue fundada en diciembre de 2013 por Federico Malek y Alan Kraus como una plataforma argentina de comercio electrónico puro. La que iba a ser la “Amazon Argentina” estuvo al borde de bajar las persianas luego de que en 2016 despidiera a 250 empleados y se acercara a la quiebra. En el fracaso de Avenida.com estuvieron Tiger Global y Naspers, como los fondos más activos en la compañía. Según los nuevos dueños de la compañía de comercio online, la debacle de Avenida.com tuvo su inicio en un mal negocio de Tiger Global en la India donde perdió u$s1.000 millones en inversiones similares. Después de esa mala apuesta, “Chase” avisó que no pondría un dólar más en la empresa argentina y empezó a gestarse su retirada. Con la salida de Global y Naspers, los dos mayores accionistas de Avenida.com, la empresa no tuvo otra alternativa que reestructurarse. Ahora, y después de varios meses difíciles desde noviembre pasado hasta febrero de este año, la compañía encontró un rumbo sin estos inversores pero sumando otros como están ligados finalmente a Tiger: Despegar.com, Globant y NXTP son algunos de los que entraron al negocio.

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