Se fijó el 24 de julio como la nueva fecha para recibir las órdenes, es decir hay un mes entero más para seguir negociando. El 30 de julio sería el verdadero límite para evitar un “default total” y el inicio de juicios en Nueva York.
Tal como se esperaba, el ministerio de Economía decidió volver a extender el plazo para negociar la deuda. Pero esta vez, al igual que lo que sucede con la cuarentena, eligió por hacerlo por un plazo más largo, ya que la nueva fecha para cerrar la transacción es el 24 de julio. Se trata de un reconocimiento por parte de Martín Guzmán que todavía precisa bastante tiempo para llegar a un acuerdo con los acreedores.
La fecha límite que tienen los inversores en la cabeza es el 30 de julio. Ése día vence el período de gracia para pagar los intereses de los bonos Par y Discount, que vencen el 30 de junio. En caso de mantenerse el incumplimiento de estos títulos, los acreedores activarían cláusulas de “cross default”, es decir harían caer todos los vencimientos de deuda bajo legislación extranjera.
Hoy vencía el plazo que se había estipulado para negociar con los acreedores, pero no se llegó a un consenso para ofrecer una nueva propuesta. Sin embargo, Guzmán mejoró su oferta original y los distintos grupos de acreedores también bajaron sus pretensiones. La diferencia entre la Argentina y el fondo más duro, Black Rock, es de U$S 7, cuando previamente era de U$S 13.
La expectativa de los inversores es que ´mas allá de estas idas y vueltas finalmente haya u acuerdo con los bonistas que permita a la Argentina salir lo más rápido posible del default y reencauzar la situación.
