La cantidad de cheques rechazados por falta de fondos se ubica en mínimos históricos

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La participación del cheque electrónico en el monto total compensado no sólo es la más alta desde su entrada en vigencia, en junio de 2019, sino que además es casi el doble del 30,9% que acaparaba dos años atrás.

En línea con el mayor uso de los medios de pago digitales, cada vez son más las empresas e individuos que prefieren cancelar sus obligaciones con cheques electrónicos en lugar de recurrir a la tradicional chequera de papel.

De hecho, tras un constante y paulatino crecimiento, desde hace algunos meses se consolidó la adopción del ECHEQ entre la mayoría de los clientes bancarios, al punto tal que el monto compensado con este instrumento ya representa el 57,9% de los 2,03 billones de pesos operados mensualmente. 

Así, la participación del cheque electrónico en el monto total compensado no sólo es la más alta desde su entrada en vigencia, en junio de 2019, sino que además es casi el doble del 30,9% que acaparaba dos años atrás.

Los datos surgen del último Informe Mensual de Pagos Minoristas elaborado por el Banco Central (BCRA), que muestra que desde marzo de este año el monto compensado a través de cheques electrónicos siempre se ubicó por encima del 50% del total. 

La tendencia, fomentada desde el organismo monetario con el objetivo de simplificar las operaciones, reducir sus costos y fomentar así una mayor inclusión financiera, se da en un contexto de mínimos históricos en la cantidad de cheques rechazados por falta de fondos.

En rigor, en octubre se rechazaron 102.532 cheques, de los cuales en 36.979 el motivo fue la falta de fondos disponibles, lo que representa apenas el 0,75% del total de cheques compensados (que fueron 4,9 millones) y el 0,59 % del monto total compensado ($2,03 billones).  

Cabe destacar que en los últimos 12 meses el promedio de cheques rechazados fue de 105.640, con una proporción de rechazados sin fondos sobre compensados del 0,64%. Este porcentaje también se ubica por debajo de los niveles históricos, que se encuentran por encima del 1%. 

Otro dato que sirve para poner en contexto, es que en los 12 meses previos al inicio del ASPO (Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio) se habían rechazado en promedio 202.600 cheques por mes, con una proporción de rechazados sin fondos sobre compensados del 1,14%. Además, si se tiene en cuenta los 24 meses previos, el porcentaje se eleva al 1,35%. 

El mayor protagonismo del ECHEQ en el mercado y la consecuente pérdida de terreno del cheque tradicional se dio tanto en los montos operados como en la cantidad de operaciones.

De hecho, de los 4,9 millones de cheques compensados en octubre, 1,58 millones fueron ECHEQ, lo que representa el 32,3% del total. Este porcentaje es el más alto de la serie histórica y es tres veces mayor al 11,3% que hace dos años representaba la cantidad de cheques electrónicos en el total compensado. 

Si bien la transformación digital que encararon muchas empresas fue un marco propicio para generar una mayor adopción de este instrumento, una de las claves estuvo en las distintas medidas que fue tomando el Banco Central para poder desarrollar un producto robusto e innovador e ir ampliando sus funcionalidades. 

En ese sentido, en paralelo al cronograma de implementación que delineó el BCRA y que marcó la hoja de ruta del ECHEQ en el sistema financiero, fue determinante la autorización en 2020 de las Infraestructuras del Mercado Financiero Sistémicamente Importantes como gestoras de cheques electrónico, lo que posibilitó la negociación bursátil del instrumento de una manera ágil y eficiente. 

Con el desarrollo y la consolidación del cheque electrónico, el BCRA busca potenciar la modernización del sistema de pagos y otorgarle una mejor calidad al sistema financiero, dos pilares claves para fomentar el proceso de inclusión financiera. 

La operatoria del ECHEQ se rige con las mismas normas que el cheque en papel y todos los bancos están obligados tanto a recibirlo como a permitir su depósito.

Para emitirlo, es necesario contar con el CUIT o CUIL de la persona beneficiaria y se puede depositar en cuentas corrientes y cajas de ahorro. Se puede aceptar o rechazar un ECHEQ hasta la fecha de vencimiento del valor, y no tiene límites de endoso. 

El cheque electrónico es una fuente de financiamiento con un impacto especialmente favorable para las MiPyMEs de todo el país, porque no sólo facilita y agiliza su negociación, sino que al realizarse de forma electrónica y remota las empresas reducen costos operacionales, de traslado y verificación de documentos.

Además, entre otras ventajas, reduce las causales de rechazo y minimiza la posibilidad de fraude ya que, al ser electrónico, el documento no puede ser adulterado o falsificado. También permite conocer con certeza su trazabilidad, lo que le otorga mayor seguridad y efectividad que el cheque tradicional. 

El ECHEQ se inscribe dentro de una serie de medidas innovadoras adoptadas por el BCRA para fortalecer el ecosistema de pagos digitales, como las Transferencias 3.0; la interoperabilidad de todos los QR; la factura de crédito electrónica; la baja de comisiones o la reducción del plazo de acreditación de los pagos con tarjeta de crédito para las MiPyMEs. 

De esta manera, el Banco Central está creando las condiciones para alcanzar un sistema de pagos más moderno y ágil, que esté en condiciones de sustituir al efectivo con eficiencia y seguridad.

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