La urgencia de la transformación digital

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Por: Marcelo Fondacaro, COO VeriTran

La irrupción del coronavirus acelera los cambios de hábito y la necesidad de que los servicios financieros lleguen a toda la sociedad. ¿Cuál es el mejor camino para lograrlo?

Hubo un día en que dejamos de pensar en la lógica de tener todo nuestro mundo en la palma de la mano. Literalmente, la evolución del smartphone nos ha dado el beneficio de contar con el acceso directo a cualquiera de nuestras herramientas diarias, tales como nuestra prepaga, nuestras clases de gimnasia, múltiples plataformas de e-Commerce, hacer las compras del supermercado, la veterinaria de nuestra mascota; hasta el acceso total a nuestro banco: el sitio donde cobramos el sueldo, solicitamos un préstamo, realizamos una inversión y hasta podemos transferir nuestro dinero a otra plataforma de pagos.

Ahora bien, un gran porcentaje de la población ha naturalizado esta dinámica digital que pareciera que es homogénea entre todos los argentinos, pero la realidad es que no todos están dentro del ecosistema digital. La pregunta que sobreviene es, ¿qué sucede con ese porcentaje que no lo está y aun así debe y necesita tener acceso?

Hoy nos encontramos en una realidad completamente nueva, inesperada y que desafía nuestra capacidad de adaptación y desarrollo de la vida cotidiana en el marco de una pandemia global. En poco tiempo, los sistemas financieros han tenido que buscar soluciones a la problemática del aislamiento, identificando un contexto social al cual debemos darle una respuesta a cada uno de los miembros de la sociedad y sus correspondientes necesidades de banca.

En VeriTran venimos trabajando desde hace más de 15 años en este tipo de problemáticas, y reconocimos una que es la base para el crecimiento: la ausencia de canales para la inyección de dinero a los sectores más vulnerables de la sociedad. Este sector reúne a los individuos que no están incluidos en ningún programa del Estado y los particulares que perciben ingresos en efectivo como compensación laboral (por ejemplo: personal doméstico, trabajadores informales, servicios informales, entre otros). A su vez, incluye a una gran porción social que no ha ingresado a la banca y que, como sucede con muchos jubilados -por ejemplo- en contextos como el actual, el acceder a su dinero se convierte en una tarea titánica tanto para el beneficiario como para las entidades públicas y privadas que no encuentran mecanismos viables para hacerles llegar bien sean sus haberes pensionales o aportes como ayuda social.

También identificamos a los comercios o trabajadores que continúan con su actividad, pero se plantea la imposibilidad de realizar operaciones económicas sin dinero físico, ya que no cuentan con los medios alternativos necesarios o la opción de la compra a distancia (ya sea con un POS inalámbrico o plataforma de e-Commerce).

En este escenario desafiante, la comunicación es esencial al igual que la toma de decisiones con impacto sostenido en el tiempo. El mensaje debe ser sustancial y efectivo, dando uso inteligente y creativo a nuestras principales herramientas que se reducen a los videos, textos o imágenes.
En la Argentina, debemos enfocarnos en transformar el actual modelo que no permite una
integración bancaria homogénea a todas las capas sociales. De ahí que desde VeriTran proponemos un modelo amigable, fácil de implementar y adoptar y, por, sobre todo, accesible:

• Actualizar las bancas digitales, posibilitando las altas de los usuarios de manera cien por ciento digital, segura y confiable.
• Crear un sistema de pagos que permita a los individuos -tanto particulares como comercios- a generar y recibir pagos virtuales.
• En el caso de los individuos no bancarizados, posibilitar el acceso a aplicaciones digitales para dar de alta cuentas gratuitas solo con su DNI y biometría y sin asistir personalmente a oficinas o sucursales bancarias, permitiéndoles así la adquisición de bienes y/o servicios a distancia con pagos virtuales (ni presenciales ni físicos).

Contamos con las herramientas, solo queda que las pongamos a funcionar. Adaptarnos a esta actualidad de aislamiento social va a demostrar nuestra capacidad resolutiva. La inclusión financiera es nuestro objetivo, y nuestro ecosistema digital la solución.

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