Los seguros de vida ante una nueva oportunidad

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Una gran cantidad de argentinos asegurados en el exterior se vieron obligados a dar de baja su póliza para entrar en el blanqueo. Con más de 120.000 millones blanqueados, se abre un nuevo panorama para este producto. El titular de la cámara que agrupa a las compañías de seguro de vida y retiro explica por qué el mercado no termina de arrancar e insiste sobre la necesidad de una reforma impositiva que aliente este tipo de póliza. Por Jorgelina do Rosario

A la hora se asegurar un auto, el argentino no lo piensa: contrata. Mucho menos si se trata de la casa, el techo de cada día debajo del cual vive con sus seres queridos. Pero no todos en la Argentina están dispuestos a dar el salto y contratar un seguro de vida o retiro, una decisión que en países desarrollados se toma incluso en la adolescencia.

El sector quiere crecimiento, pero la cultura en este tipo de seguros es escasa. Mauricio Zanatta, presidente de la Asociación de Aseguradores de Vida y Retiro de la Argentina (AVIRA), aseguró que en el país se debe producir un cambio que se debe impulsar desde las asociaciones y cada empresa de seguro para generar conciencia. “Es una cuestión de insistir. Podés tener dudas sobre lo que pasará con la economía, pero la única certeza es que todos algún día nos vamos a morir”. Así, con crudeza y con alma de vendedor, el ejecutivo plantea sin anestesia de qué se trata este producto al que la mayoría de los argentinos le sigue escapando

Los números del sector contra lo que sucede en el resto América Latina dejan en claro esta realidad: el mercado de seguros representa el 0,6% del Producto Bruto Interno (PBI) en la Argentina, mientras que en países como Chile y Brasil es de hasta cuatro veces más. Y al poner el foco en los países desarrollados, en los Estados Unidos algunos deciden sacar seguros antes de cumplir los 18 años. En la primera economía del mundo, la proporción se eleva al 4% del PBI.

Con el blanqueo de capitales en plena marcha durante 2016, el sector recibió una buena noticia. Muchos argentinos habían sacado seguros de vida en el exterior, algo que no se podía hacer porque era ilegal. El sinceramiento les permitió “rescatar” ese seguro y dejar la plata en el exterior o  traerla a una cuenta a  la Argentina. “Como asociación no podíamos permitir que siga sucediendo una operación ilegal”, aclaró Zanatta desde las oficinas de Prudential Seguros en Retiro.

-¿Hay un número estimado de cuántos rescates de seguros en el exterior se produjeron por el sinceramiento?

-No, es difícil tener información del monto contratado en el exterior, uno asume que son muchos. Es imposible acceder al monto del rescate salvo que la AFIP determine a nivel general el monto. Nos enteramos de mucha gente que lo hizo y algunas empezaron a consultar la posibilidad de contratar una cobertura local. Pero no es un proceso masivo. Por otra parte si contrataste hace 15 años, es imposible mantener las mismas condiciones de ese seguro porque las condiciones de los asegurados son diferentes, ya sea por salud o por edad. Quienes rescataron sus seguros de vida no tienen la obligación de ingresar el dinero al país, sólo debían pagar la multa del 10%.

Hacia el seguro del futuro

Sería un error efectuar una lectura homogénea sobre los distintos tipos de pólizas personales que existen hoy en el mercado.  Los seguros de vida Individual y Colectivo actúan con un “crecimiento razonable” por debajo de la inflación: en el último ejercicio tuvieron una rentabilidad del 39,19%, un poco por debajo de la inflación anual del 41% del IPC porteño y consultoras privadas. La mayoría de las empresas venden en pesos y es un sector que, según Zanatta, no termina de despegar. “La conciencia aseguradora es un factor clave”.

En el caso de los seguros de Vida Colectivo, las empresas pueden otorgarlo como un beneficio del empleador a sus empleados, y en ese segmento ha mostrado un crecimiento. “Son más las empresas que se incorporan y el beneficio suele ser un múltiplo del salario, que en los últimos años acompaña a la inflación”, agregó.

Las personas aumentan sus expectativas de vida, y en el mundo de los seguros esto significa que las necesidades son por un mayor plazo. Los  Estados no están pudiendo cubrir el 100% de las necesidades de las personas y lo que debería sumarse es un complemento privado, pero bueno, conciencia aseguradora por un lado, por otro hay incertidumbre económico-financiera al hablar de productos a largo plazo, todo esto genera a que no tenga el desarrollo que deba tener.

Sin embargo, fue con el seguro de vida saldo deudor que cambia el panorama del sector. Cuando se solicitaba por ejemplo una tarjeta de crédito o un hipotecario, los clientes antes contrataban también este tipo de seguro de forma obligatoria. Una resolución del Banco Central en agosto pasado determinó que debía opcional. “El número es importante porque representa el 60% del total de vida colectivo. Ese porcentaje podría empezar a caer. Es claro que la medida perjudicó al sector”, especificó el presidente de AVIRA.

-¿Cuál es el comportamiento de los bancos ante este cambio?

Algunas entidades han decidido seguir contratando y otras que no, pero aún no hay cifras oficiales que nos permitan determinar el impacto real que tuvo esta medida en el mercado en  general. Venimos manejando un stock muy grande y esta decisión afecta al stock nuevo a los negocios nuevos, todavía no hay mucha información estadística de operaciones nuevas. El tema del seguro tiene que ver con las primas totales, eso incluye renovaciones y seguros nuevos. Ahí se empezará a ver la diferencia.

-Los seguros son de vida se contratan esencialmente en pesos. ¿Eso puede empezar a cambiar?

Hay empresas que venden en dólares. Y de hecho creo que cuanto mayor sea la estabilidad mayor será esa tendencia a la oferta. El sistema bancario opera en moneda local todo lo que es transaccional. Cuando vas a lo que es un proceso de inversión normalmente de corto plazo te fijás la evolución tipo de cambio versus la tasa, si es de muy largo plazo vas a dólares. Y acá son productos que no se utilizan por 20 a 30 años en muchos casos. Debe estar la confianza de que lo que se contrata estará cuando se necesite. Es cultural: si el argentino piensa en largo plazo, piensa en contratar en moneda extranjera.

La salida del cepo y la reforma impositiva

Una de las primeras decisiones de Mauricio Macri al llegar a la presidencia fue ponerle fin a una medida del  gobierno anterior que había comenzado en 2011, pero se profundizó año tras año. El fin del cepo cambiario fue más de una decisión para terminar de liberar la compra de moneda extranjera en el país y sacarle presión a la histórica desconfianza argentina en la moneda local.

Esa medida que impactó de forma positiva en la economía general también fue un antes y después para la industria de seguros de vida –salvo colectivo, que se maneja en pesos- y retiro al unificar el tipo de cambio. “No hay más una discusión del tipo de cambio: antes tenías uno oficial y otro implícito que era el valor de las inversiones atado a eso. Ahora se te simplifica el esquema, no hay discusión con el asegurado del tipo de cambio que se toma. La tasa es la tasa como debe ser”.

Con todo, Zanatta aseguró que “lo ideal es generar la confianza para que todos los seguros sean en moneda local, no en extranjera. En Brasil, el 95% de los seguros son en pesos. Es un camino que no se cambia de un día para el otro, pero no tener una discusión del tipo de cambio permite por lo menos tener otro tipo de productos mientras recorremos ese camino”.

Ese camino hacia adelante incluye para el sector la necesidad de discutir y aplicar una reforma impositiva. La industria que despegó en la década del 90 luego se enfrentó –como el resto de la economía argentina- a la crisis de 2001, y ahora comienza a entrar en un panorama de reglas de juego más claras. Con esa previsibilidad, las deducciones impositivas son una materia pendiente. Básicamente, se trata de incentivar la contratación de una póliza admitiendo que hasta u determinado monto pueda deducirse del impuesto a las Ganancias. “Estamos en los mismos niveles que en la década de 1990, es decir en 992 pesos anuales. No tiene sentido”, explicó el ejecutivo.

“La evolución del mercado de seguros fue notable en todos los países donde hubo incentivos fiscales. En el resto del mundo, los grandes actores del mercado de capitales son las empresas de seguro y los fondos de pensión. Eso no sucede en la Argentina”, aseveró Zanatta.

El presidente de AVIRA no definió a los cambios ya aplicados en las deducciones al impuesto a las Ganancias en 2016 como una oportunidad perdida para el sector, porque se trata de un impuesto anual. Pero la clave es que este año avance en el Congreso una ley de reforma impositiva. Los montos deducibles de Ganancias no se modifican desde 1992 y son $996 por año, equivalente a tres cafés con leche por mes. En los seguros de vida colectivo, el monto deducible son poco más de 600 pesos. Y desde 2008, no existen más deducciones sobre seguro de retiro individual.

 -¿Por dónde ven el crecimiento en los próximos cinco años?

Hay un espacio enorme en todo lo que es retiro voluntario. No hay tantas cifras exactas para comparar, pero normalmente si tomara el total de seguro de personas, individual, vida colectivo, saldo deudor y retiro, te diría que en general en los mercado desarrollados la porción de retiro se lleva un 35% de la porción del total del mercado, acá no llega a 12 por ciento. Hay distintos productos, como un adicional a la jubilación o para generar un capital. La credibilidad y la confianza son fundamentales en esto. Tenemos que terminar este proceso de educar a la gente donde lo que pase con la economía va a ser determinante de cuánto reciban tus hijos si morís, o cuánto recibís vos cuando te jubiles. Pero hay algo que es claro: pase lo que pase con la economía, si no hacés nada ese monto es cero.

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