Murió Jorge Brito: la entrevista que le hizo Road Show en su campo de Salta

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Hace poco más de tres años, el empresario y banquero abrió las “puertas” de su campo para compartir su gran pasión por los negocios agropecuarios y ganadores. Aquí la entrevista completa donde proyectaba sus futuros negocios y la pasión por Inversora Juramento.

 

El banquero recibió a Road Show en su campo de Salta. Allí está el corazón de Inversora Juramento, la compañía que posee 80.000 cabezas y un negocio integral: desde la cría hasta la venta al público en carnicerías premium propias. Reconoció su interés en Banco Patagonia y las dificultades del Gobierno para reducir el déficit fiscal. Por Pablo Wende

Con la vista privilegiada desde el helicóptero que él mismo pilotea, Jorge Brito demuestra ser un verdadero especialista en el negocio agropecuario. Y un apasionado por su compañía que además cotiza en Bolsa: Inversores Juramento.

Recorriendo desde el aire esta inmensa propiedad, se nota que conoce como la palma de su mano el campo de 70.000 hectáreas, fruto de un negocio que viene desarrollando hace veinte años. “Vengo casi todas las semanas para controlar todo”, señala, mientras recibe un mensaje en su celular. Allí le indican a cuánto ascendió la faena de la semana y cómo viene la proyección para el resto del año. La empresa no está relacionada con Banco Macro y Brito es el principal accionista.

A caballo, arriba del helicóptero y hasta tomando unos mates en el tradicional y austero casco que posee en su campo salteño, no es difícil advertir que además de sostener un negocio con gran proyección, Brito es un verdadero apasionado por el campo. Recorre los feedlots, pregunta por los animales enfermos y todos los detalles del negocio a sus principales colaboradores, que van desde un ingeniero industrial hasta capataces que pasan casi todo el tiempo en la propiedad.

Con este marco privilegiado, en una jornada bien otoñal y un sol que entibia todo lo que toca, el banquero recibió a Road Show con un “traje” distinto: el de productor agropecuario. Es una charla abierta en la que se repasan todos los temas. El clima distendido también deja paso a definiciones jugadas sobre temas bien calientes relacionados con los primeros 18 meses de la gestión de Mauricio Macri, la preocupación porque la economía no termina de levantar y el futuro del cada vez más competitivo negocio financiero.

A continuación, los principales pasajes de la charla:

-¿Cómo estás viendo el panorama económico?

-Si sacamos una foto hoy, seríamos bastante injustos. El punto de arranque de este gobierno fue muy complicado por la situación en que el kirchnerismo dejó el país. Está yendo hacia el rumbo indicado, para mi gusto un poco lento. Corremos el riesgo de que toda la gran confianza que se está generando desde el exterior se vea afectada y las inversiones se demoren. El tema fiscal es el mayor problema. Creo que no hay una clara lucha contra el déficit, con la excusa de tener que ganar unas elecciones que no son tan trascendentes.

-¿Encarar la reducción de ese déficit es lo más importante para seducir inversiones?

-No se puede convivir con esta situación en forma permanente. Entre el año pasado y éste el país se va a endeudar en 100.000 millones de dólares. Antes el rojo fiscal se financiaba con emisión, era peor todavía. Por eso en algún momento el inversor va a querer señales claras de que el déficit se irá achicando. Reitero, hoy no veo que se esté atacado el problema de fondo.

-¿Qué opina de la batalla contra la inflación?

-Hay que ponerse contento de que bajamos del 40% al 20%. Pero en la medida en que se haga con tanto esfuerzo monetario –es decir, absorción de pesos por parte del Central–, más costo tendrá para la economía. Con estas tasas de interés es difícil pensar en muchos proyectos de inversión buscando financiamiento. Tenemos que bajar las tasas y únicamente se puede conseguir reduciendo la inflación. Y para eso, de vuelta, hay que bajar el déficit. Mirando los números finos, el único logro en ese sentido ha sido el dinero del blanqueo, que encima entró por única vez. No es algo permanente, no lo vas a tener todos los años. El Gobierno habla de gradualismo; mi temor es que los tiempos sean demasiado lentos.

-¿Entraron muchos dólares financieros pero falta inversión directa?

-Es un proceso lógico. Cuando arrancó este gobierno, la tasa era de 14% y hoy estamos en el 6%. Claramente la apuesta financiera es más fácil en un primer momento, pero tenemos que pensar que de un día al otro desaparece. Necesitamos dinero de largo plazo porque es lo que genera puestos de trabajo. Que alguien compra o venda acciones de Banco Macro puede generar un efecto riqueza para quien las opera, pero no empleo.

-Muchos se quejan del elevado costo argentino como obstáculo para atraer inversiones. ¿Qué opina?

-Tenemos un problema de competitividad importante. Llevar al puerto desde Salta una producción de maíz o soja cuesta el 30% del precio de la cosecha. Si tuviéramos un tren, ese costo bajaría al 10%. Esa diferencia significa, por ejemplo, menos necesidad de una devaluación. Como éste hay muchísimos ejemplos, en los que hay que trabajar. Entiendo que el Plan Belgrano para el Norte no se puede desarrollar de un día para el otro, pero hasta ahora no se hizo nada.

-¿Qué opina del tipo de cambio?

-El dólar va a seguir planchadísimo. Tenemos que tener mucho cuidado porque se trata de una estabilidad ficticia, generada por el ingreso de divisas provenientes de la emisión de deuda. Tampoco en el exterior le van a prestar al Estado hasta el infinito.

La situación de la banca

-¿Cómo ves la evolución del sector financiero?

-Todos tratamos de prestar, porque de eso vivimos. Banco Macro está realizando un gran esfuerzo en la colocación de préstamos hipotecarios. Nos genera una relación de largo plazo con el cliente. Tenemos la tasa más barata, similar al Nación, de 3,5% más UVA. Pero todavía hay muchas más carpetas que operaciones liquidadas. La gente se asusta, otra no consigue la propiedad. En menos de un año vamos a tener empresas de la construcción generando viviendas para este segmento.

-¿Por qué vienen más lento los préstamos a pymes?

-El empresario tiene miedo a endeudarse a esta tasa de interés. Muchos aprovecharon para tomar préstamos en dólares, que son mucho más baratos, como el campo o el agro. Son líneas mucho más baratas, pero sólo pueden acceder aquellos que tienen ingresos en dólares.

-¿Por qué le cuesta tanto arrancar a la economía?

-El 80% de nuestros clientes están fuera de Capital Federal y Gran Buenos Aires. La realidad es algo diferente; en el interior la gente es más optimista por naturaleza. Veo más ánimo emprendedor y gente pensando en un futuro más promisorio. Y creo que tienen razón. Yo nunca hubiera invertido un peso en el país leyendo los diarios.

-¿La posibilidad de que la Argentina vuelva a ser considerada mercado emergente tendrá impacto en el mercado local?

-Los fondos de inversión internacionales están regulados y no pueden tener acciones de Argentina porque no es un país fronterizo. La expectativa es que ingresen por lo menos 10.000 millones de dólares, es una cifra muy grande. Las empresas que cotizamos en el exterior tuvimos fuertes subas porque también era más fácil comprar. Pero ahora tienen una buena oportunidad las compañías que lo hacen en el mercado local, podrían recibir un flujo de inversiones muy grande.

-¿Le preocupa la pérdida de rentabilidad del sector bancario?

-Por el lado de las comisiones no hay mucho para hacer. No gustan las tasas subsidiadas. En un gobierno que elimina trabas y restricciones, no podemos seguir hablando de tasas reguladas. Otra cosa es que seamos transparentes con las tasas que cobramos. El problema financiero es que tenemos que crecer en relación al PBI. Desde que comenzamos en Macro en la década de 1980 que el sistema es apenas 15% del PBI. Precisamos pasar al 50%. Y ahí es donde los bancos argentinos tendrán una buena oportunidad de crecimiento.

-¿Cómo se consigue esa expansión de la banca?

-Básicamente a través de la estabilidad. No sirve prestar a tres o cuatro años, tenemos que apuntar a 10 años para prestarles a las empresas. Si baja la inflación, eso será posible, como empezamos a ver en el caso de hipotecarios con crédito a 20 años. Otro problema que tenemos es la falta de crecimiento de los depósitos. Pero hasta que no tengamos estabilidad de la moneda será difícil que la gente ahorre y por ende que los bancos puedan prestar más. Ahora con Macro conseguimos colocar en pesos a tasa fija y cinco años de paso en el exterior, a una tasa del 17,5% anual. Eso es una muy buena noticia porque nos permite aumentar la capacidad prestable de largo plazo.

El rol empresario

-El año pasado había criticado a los empresarios, diciendo que “se quieren salvar, piensan en ellos y no en el país”. ¿Cambió algo?

-En términos generales es así. Si mirás los 10 o 20 principales empresarios de 1980, la mayoría vendieron. Cada uno tiene derecho a hacer lo que quiere, pero nadie está pensando en generar una empresa que dure sino que está pensando en ganar plata y disfrutar de ella. No lo juzgo mal, pero es el pensamiento y una diferencia que tenemos en Argentina con algunos países del mundo.

-El año pasado quedaron como oferentes de Citibank y se quedaron en la gatera. ¿Ahora con Banco Patagonia van por la revancha?

-Este no es un partido de fútbol que vamos por la revancha. En 1996 decidimos ser un banco minorista y participamos en una cantidad de adquisiciones, compramos más de 10 entidades. Luego de la compra del Banco Bisel, el crecimiento inorgánico dejó de ser una necesidad. Sólo vemos las oportunidades del mercado, como sucedió con el Citi y ahora el Patagonia. Pero todo tiene que tener un precio razonable. El JP Morgan puso fecha para mediados de mayo, pero el proceso puede tardar más. Lo complementario que tenemos con Banco Patagonia es sobre todo su red en Capital y Gran Buenos Aires, donde tienen mucha más presencia que nosotros. En el sur del país, en cambio, tenemos una operación bastante importante, salvo Río Negro, donde el Patagonia es agente financiero.

-¿Le da importancia a la banca digital?

-Cada vez más, pero vemos que el proceso es muy gradual. Sobre todo nos estamos concentrando en las operaciones que la gente hace a través del celular. Es un tema que ningún banco puede subestimar.

El futuro promisorio de Inversora Juramento

Aunque muchos lo desconocen, Jorge Brito viene invirtiendo con su histórico socio Ezequiel Carballo hace ya veinte años en el sector agropecuario. Incluso a mediados de la década pasada su compañía, Inversora Juramento, comenzó a cotizar en Bolsa. El titular del Macro sueña con realizar una ampliación de capital y que la compañía llegue a Wall Street. Sería todo un símbolo: la vaca argentina en las pizarras de Nueva York.

“Le veo un gran futuro a esta compañía y a todas aquellas que produzcan alimentos. Los dos principales negocios que tiene por delante la Argentina son el agro y la energía”, explica Brito. Y es indudable que invierte en consecuencia.

Además de Inversora Juramento, también es accionista de Genneia, la compañía especializada en energías renovables, que acaba de ganar varias licitaciones y tendrá que invertir u$s 1.200 millones en los próximos años. Además de la eólica, la compañía también tiene planes para incursionar en energía solar.

En relación a Inversora Juramento, la apuesta es efectuar una ampliación de capital de u$s 100 millones y apostar a que la Argentina vuelva a la categoría de mercado emergente para captar más inversiones y generar un mayor crecimiento.

Un modelo a seguir sería el de San Miguel, que realizó la ampliación de capital a principios de año, a través de una colocación de acciones en el mercado local, consiguiendo fondos para nuevas inversiones.

“Tenemos un modelo único en la Argentina, porque desarrollamos todas las fases del proceso. Criamos a nuestro ganado, tenemos frigoríficos propios y vendemos la carne en dos carnicerías propias: Juramento para el segmento premium y Bermejo”, explica Brito. Además, también hay un lote reservado todos los años para el segmento de exportación, a través de la cuota Hilton.

El campo de 70.000 hectáreas de Salta produce además el alimento necesario para alimentar al ganado. Cientos de hectáreas dedicadas al maíz, soja y alfalfa. Nada se comercializa, sino que se transforma en proteína animal.

El banquero se queja del tiempo y los mercados perdidos a causa de decisiones adoptadas durante la gestión kirchnerista. “Guillermo Moreno le cerró mercados al país y resulta muy difícil recuperarlos. Pero soy optimista porque la carne argentina es una marca en sí misma”.

Pero enseguida advierte que el problema de competitividad para el sector es muy grande. “Nosotros tratamos de buscar mercados, pero Brasil vende a u$s 5.000 y nosotros tenemos que hacerlo a u$s 7.000. Y nos resulta difícil aprovechar el escándalo que tuvieron ellos por la carne adulterada”.

Actualmente tienen 20 sucursales de carnicería Juramento en barrios de alto poder adquisitivo, como San Isidro, Tigre y Puerto Madero. Pero en los planes está la apertura de nuevas carnicerías en Belgrano, Pilar y varios lugares del interior, especialmente Salta y Jujuy, donde juega de local. “Es toda carne envasada, toda de excelente calidad, no hace falta estar eligiendo el corte preciso”, dice orgulloso Brito, aunque reconoce que no es de ir a hacer las compras.

De las 80.000 cabezas de ganado, sólo unas 15.000 propias se faenan por año. El resto para llegar a unas 70.000 se compran para llegar a los frigoríficos. “En algunos años queremos llegar a un balance de 50% propias y 50% adquiridas a terceros”.

Negocios diversificados

BANCO El Macro es hoy una de las entidades líderes del sistema; cotiza en la Argentina y en Nueva York. Ahora va en la búsqueda del Patagonia para seguir expandiéndose.

REAL ESTATE La torre que está terminando el banco en Catalinas es una de las más importantes de la ciudad, frente a la de Consultatio. Estaría finalizada antes de fin de año.

CAMPO  Con Inversora Juramento pisa fuerte en el negocio ganadero. Tiene 80.000 cabezas de ganado y es una empresa integrada, que va desde la cría del animal hasta la carnicería.

ENERGÍAS RENOVABLES  Con Genneia incursionó en el negocio. Es un jugador fuerte en el sector eólico y ahora también ingresaría en energía solar.

Inversora Juramento

  • Es una compañía dedicada a la producción de carne para el abastecimiento de la región y la exportación.
  • Está ubicada en la provincia de Salta.
  • Tiene 87.414 hectáreas.
  • 56.000 son productivas: dos tercios con pasturas para ganadería y el restante para agricultura, esencialmente soja, sorgo, maíz y trigo.
  • Está integrada verticalmente en todas las fases de producción: siembra, cría, recría (invernada) y engorde a corral (feedlot), industrialización, comercialización y la venta directa al público.
  • Tiene dos marcas de carnicerías: Juramento para el segmento premium y Bermejo.
  • Cotiza en la Bolsa porteña con el ticker INVJ.
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