(Video) Brubank: cómo será el banco 100% digital de Juan Bruchou

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La entidad permitirá operar las 24 horas y únicamente desde teléfonos inteligentes. ¿Cómo será su estructura?¿Por qué optaron por la patente bancaria? El ejecutivo respondió a todos los interrogantes y competirá con Wanap, la entidad que preside Guillermo Francos.

Crear un banco, pero “hacerlo exactamente al revés”. Ese fue el desafío que se propuso Juan Bruchou, el referente de la banca tradicional que espera lanzar el próximo año Brubank, un banco 100% digital que operará únicamente por medio de smartphones y no tendrá sucursales.

Se trata de un proyecto que intenta invertir una forma de prestar servicios que ya no resulta suficiente. Aumentará la bancarización en el país, que demandará una inversión de u$s 15 millones, comenzará operar en abril próximo y tendrá como centro de su estrategia la experiencia del usuario.

“Primero le estamos preguntando a la gente qué necesita y en base a eso construimos”, señaló el empresario, de 28 años de experiencia en el mundo financiero y que hoy se ha reconvertido como entrepreneur, según se definió a sí mismo en el encuentro de Crédito Digital, donde se presentó junto a su equipo de trabajo.

El anuncio sobre el nacimiento de Brubank llega en un momento especial del mercado, con un bajo nivel de inclusión financiera como escenario y con un ecosistema fintech en pleno crecimiento.
Durante los últimos dos años desembarcaron en el terreno financiero compañías que ofrecen distintos servicios, desde préstamos hasta billeteras virtuales y prepagas. Los anuncios fueron muchos y las opciones, variadas. Ya hay un banco totalmente digital con licencia para operar y hay otros interesados en explorar la idea.

Entonces, ¿por qué elegir la figura de un banco y quedar bajo la órbita del Central, sometiéndose a sus regulaciones cuando hay otros modelos a seguir?
Para Bruchou, es preferible seguir el camino más difícil y aprobar todas las exigencias de la autoridad monetaria. Y la elección tiene que ver con la evaluación que puede realizar tras muchos años de profesión. “Después de 28 años en el mercado financiero argentino, noto que hoy tenemos el mismo nivel de bancarización que cuando empecé”, explicó, por lo que ve necesario contribuir a un cambio de mentalidad, empezando al revés si el propósito es que más personas tengan acceso a los servicios financieros.

Si bien conoce en detalle los últimos lanzamientos, considera que ser un banco es la mejor elección porque les permitirá ofrecer un menú de productos más completo, mucho más allá de una caja de ahorro.

En un primer momento, la aplicación que los clientes deberán descargar permitirá hacer transferencias, pagos, consultas, lo que será gratuito. Luego llegarán los préstamos y, de a poco, se irá completando la lista de opciones con instrumentos como los fondos comunes.

Todo está hoy en manos del Banco Central, que deberá aprobar y homologar la iniciativa. Sus creadores estiman que eso demandará un plazo muy breve, unos seis meses, y por eso ya piensan en el lanzamiento. También hay optimismo sobre la mirada del órgano regulador, que se manifestó en numerosas oportunidades a favor de la llegada de nuevos jugadores al sistema financiero y de una “mayor competencia que reduzca el costo de las operaciones”.

Cambio cultural
Para los creadores de Brubank, hay que repensar varios puntos importantes del negocio financiero, tantos y tan profundos que supondrán todo un cambio cultural. Una de las enseñanzas que dejaron tantos años dentro del sector es que no tiene sentido pensar en lo digital como un canal más que se suma a la vieja estructura del banco, sino que debe ser el centro, y la tecnología, el core del negocio.

“No podemos usar los viejos manuales y adaptarlos a nuestros tiempos”, deslizó Bruchou sobre el escenario, con un renovado look informal. Para el empresario, ajustar el negocio tradicional no es el camino, porque generar un cambio desde adentro resulta complicado. Esto se basa en que el esquema tradicional de trabajo de los bancos consiste en el desarrollo de productos por área, sin que haya una intervención de las otras, que recién tienen contacto al final.

De ahí el cambio radical: Brubank es, desde su nacimiento, un trabajo en equipo. Todos intervienen en un mismo espacio físico, algo mucho más popular en las empresas de tecnología que en los bancos, lo que lleva a que prefieran definirse de esa forma, como “una empresa de tecnología que brinda servicios financieros; somos un bantech”.

Pensar un producto distinto con las mismas estructuras que llevan décadas de existencia resulta imposible de imaginar para los jóvenes que acompañan a Bruchou y que vienen de diferentes plataformas como Mango, Mercado Libre y Veraz. Si todos intervienen en el proceso, apuntan, todos pueden hacer un aporte.

Pero hay otro desafío para un banco 100% digital, que pasa por simplificar las operaciones para que todos puedan usar la aplicación sin dificultades. En la industria, todos parten de un diagnóstico común: muchas personas evitan ir a los bancos, les resultan complicados, y el análisis de tendencias internacionales lleva a repensar la función de las sucursales o directamente a eliminarlas.

Pero la aceptación por parte del público también es una preocupación para las fintech y, de hecho, muchas iniciativas no lograron avanzar, algo que deja sin respuestas a los desarrolladores. Las cifras al respecto son contundentes. En la Argentina, del promedio de 24 aplicaciones que se descargan, solo se usan ocho. “Tiene que ser simple, como usar Facebook o Google, y lo tiene que poder usar mi mamá”, resumieron los creadores de Brubank, que se proponen aprovechar todo el conocimiento acumulado por años en las plataformas masivas y también la gimnasia que desarrollaron los propios usuarios. Y no sólo tiene que ser fácil de usar; tiene que ser “lindo”.

Otro cambio cultural sobre el que se proponen trabajar es quitar la etiqueta de “exclusivo para millennials” que muchas iniciativas traen consigo. ¿En qué clientes, entonces, se piensa cuando se lanza un banco 100% digital? En este punto, los estereotipos pueden jugar una mala pasada. No solo los menores de 35 años resultan potenciales usuarios. “Pensamos en toda persona que abrace los cambios que trae la tecnología y que puede tener cualquier edad”, señaló Bruchou, que reconoció que es más probable que los menores de 45 años sean quienes lo incorporen con mayor rapidez pero no considera que sea una categoría en sí misma. “Hay personas de todas las edades que se sienten cómodas operando desde su celular y son cada vez más”, continuó.

El ADN de un banco digital

Con algunas experiencias internacionales como referencia, pero con un mercado totalmente distinto en el cual crecer, desde Brubrank detallaron los dos pilares sobre los que se monta toda su estructura: tecnología propia y un lugar de trabajo “tipo garaje”.

El primer elemento es central, ya que tener su propio desarrollo les permite ir realizando ajustes y cambios, e ir creando en función de lo más importante, que es la experiencia del usuario y las necesidades del cliente.

“Compramos el core bancario, pero los desarrollos son nuestros”, remarcó Bruchou, que explicó que siente que así tendrá más agilidad y una velocidad que podrá marcar la diferencia cuando en algunos años surjan jugadores similares.

Por otra parte, la ventaja de ser únicamente una aplicación les permite concentrarse, mientras que los bancos tradicionales que hoy son multicanal deben repartirse en numerosos objetivos.
Nuevamente se busca aplicar las enseñanzas de Silicon Valley, en el entendimiento de que emprender en el mundo financiero y tecnológico significa principalmente evitar los compartimentos estancos. “Creo que al ser un banco balanceado entre esos dos mundos, cuando creamos un producto, lo creamos entre todos, a diferencia de lo que sucede en la banca tradicional, donde en el área de tecnología de desarrollaba un producto y luego se lo presentaba al resto”.

El espacio físico, el segundo pilar, es uno de trabajo horizontal. ¿Se puede mantener la tradición de un elegante despacho de madera? Definitivamente, resulta difícil. El cambio cultural también implica que un referente del mercado financiero pueda sentarse en cualquier silla, en el mismo espacio que el resto del equipo.

Nuevos jugadores en el mercado
El 2017 podría ser considerado el año en el que se gestaron grandes cambios en el sector financiero. En palabras del presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, las puertas están abiertas para una mayor competencia, por lo que este no es un momento para estar atentos sólo a las fintech, donde el primer lugar es para lo financiero y el segundo para la tecnología, sino también a lo que podría denominarse techfin, es decir, aquellas empresas de tecnología que empiezan a volcarse al manejo del dinero y los préstamos.

Se apunta a un mercado más competitivo y complejo, al que ya están llegando jugadores de todos lados. Wanap, el primer banco 100% digital aprobado por el Banco Central, comenzará a operar en diciembre. El proyecto, que cuenta con un 75% de fondos de Eduardo Eurnekian, requirió una inversión de u$s 10 millones y operará con la red Link.

También puso su pie en el mercado local uno de los inversores más importantes del mundo, George Soros: es uno de los impulsores de Ualá, la tarjeta prepaga que podrá utilizarse en todos los locales que acepten MasterCard, mientras que Mercado Crédito avanza con los préstamos a pymes que venden por Mercado Libre y evalúa en un futuro financiar a los compradores.

Sin dudas, surge un ecosistema más amplio y de naturaleza distinta del que conocen quienes peinan canas en la City. La línea que separa a los regulados de quienes no lo están y la presión impositiva que recae sobre cada uno son asuntos que se cuestionan desde uno y otro lado.
Al quedar bajo la órbita del Banco Central, Brubank acepta viejas reglas a la vez que se sube a la tendencia mundial de reducir costos para no cobrar transacciones.

La mayor competencia plantea el desafío de tomar las mejores prácticas de cada mundo, olvidarse de las corbatas y sentarse en la misma mesa que el resto del equipo, lejos de los lujosos despachos y directamente en manos de los clientes, que operarán a través de sus celulares.

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