La número uno del FMI mostró su preocupación por el aumento de la brecha cambiaria

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“La máxima prioridad debe ser implementar una agenda económica integral y creíble que equilibre el apoyo a la economía y a las personas en este momento difícil, con una perspectiva macroeconómica”, dijo.

La titular del FMI, Kristalina Georgieva, sostuvo que el organismo multilateral quiere “apoyar a la Argentina” y ser “aliado” del país, en el contexto de la crisis económica y del pedido del país para acordar un nuevo programa de financiamiento.

“Argentina enfrenta desafíos muy dramáticos. El país está en una profunda recesión, las condiciones sociales están empeorando, los desequilibrios económicos aumentan, el divorcio entre el tipo de cambio oficial y el tipo de cambio paralelo se está expandiendo“, dijo Georgieva.

La directora gerente del organismo completó que “la máxima prioridad debe ser implementar una agenda económica integral y creíble que equilibre el apoyo a la economía y a las personas en este momento difícil, con una perspectiva macroeconómica”.

“La tarea más importante para el país es, de hecho, dar esa hoja de ruta sobre cuál es la dirección a seguir y cómo sabemos que estamos llegando a nuestro destino. Estamos ahí por Argentina, la misión regresará en noviembre. Queremos ser socios de Argentina. Contamos con una determinación política para sacar al país de lo que históricamente han sido ciclos de auge y caída”, completó.

Así lo expresó ante una conferencia de prensa con motivo de la apertura formal de la Asamblea Conjunta el FMI y del Banco Mundial, en la que presentó la agenda global del organismo, con eje en “cómo mejorar la arquitectura internacional” para brindar resoluciones a un costo “relativamente bajo” a situaciones en las que la deuda “no es sostenible”.

“Queremos apoyar a la Argentina y queremos ser aliados de la Argentina”, aseveró Georgieva. a modo de resumen del resultado de la misión técnica que visitó el país la semana pasada para escuchar las posiciones del Gobierno, la oposición y sectores de la sociedad para avanzar en las tratativas para refinanciar vencimientos por unos USD 45.000 millones.

Al dar detalles de la agenda global del FMI, Georgieva puso el acento en la “agenda importantísima” de “cómo mejorar la arquitectura internacional para la resolución sencilla, a un costo relativamente bajo, en situaciones donde la deuda no es sostenible”.

Al respecto, citó los casos exitosos de la Argentina y Ecuador, que reestructuraron su deuda recientemente: “Ambos casos no son exactos pero son semejantes en el sentido de que participó el sector privado”, dijo.

Según Georgieva, estos casos brindan esperanzas para que, a futuro, aumente la participación del sector privado en las negociaciones para reestructurar la deuda.

“Hasta ahora, el sector privado no quiso participar y el sector público no se lo pidió al sector privado, pensando que perjudicaria el acceso a los mercados”, se lamentó, sobre el poco progreso de las reestructuraciones de deuda en el mundo.

En otro tramo de su alocución, Georgieva precisó al respecto que “de 44 que se suscribieron para resolver la crisis de deuda, sólo tres tuvieron interacción con el sector privado, y aún están sin resolver”, acerca de los países más pobres que se anotaron para pedir alivio de sus deudas en el marco de la pandemia.

Al respecto, adelantó que el G20 -que sesionaba mientras Georgieva brindaba la conferencia de prensa- prepara la aprobación de un marco común para todos los acreedores bilaterales para la resolución de la deuda de los países.

“Siento esperanza; para el G20 va a haber un marco común con los bilaterales, el Club de Paris, China, y otros; me alienta lo que he escuchado al respecto en la reunión del G20”, expresó la titular del FMI.

Sobre China, precisó que el país tuvo “un reconocimiento de que son acreedores nuevos y son muy grandes, y necesitan madurar internamente en términos a cómo manejan a sus prestamistas y la coordinación entre ellos”.

Asimismo, expresó que el Fondo “presentó al G20 nuestra perspectiva acerca de la arquitectura internacional de la deuda, con un compromiso de lidiar con la deuda equitativa, en conjunto con todos los acreedores y con mayor transparencia, con un fondo claro para reestructuración de la deuda” de países en crisis.

Sobre la economía global, Georgieva instó a los países “a adoptar las medidas correctas ahora”; y en particular, para el corto plazo, solicitó que “no recorten los salvavidas financieros”.

“Teniendo presente el alto nivel de incertidumbre, lo que más me preocupa es que se retire apoyo a los trabajadores y empresas de manera prematura, ya que desataría una ola de quiebras y un aumento masivo en el desempleo”, alertó.

A mediano plazo, Georgieva manifestó: “Me preocupa las cicatrices, las secuelas de esta crisis, como la desigualdad estructural y el desempleo”.

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