Pese a anuncios, el mercado asigna 11% de chances de default argentino

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Significa entre cuatro y cinco veces más que otras naciones comparables por fundamentales fiscales y riesgo crediticio, de acuerdo con un informe de Delphos.

 
La curva de seguros contra default soberanos estima una probabilidad de default de 11% a un año vista, entre 4 y 5 veces superior a la de naciones comparables por fundamentales fiscales y riesgo crediticio, a pesar de los anuncios dle Gobierno, consignó un informe de Delphos Investment.

El informe destacó los siguientes puntos:

-Los débiles fundamentos exhibidos por la economía doméstica en términos de déficits gemelos fueron descontados en los mercados de deuda soberana una vez desatada la corrida cambiaria. Ante el cierre del financiamiento externo y la necesidad de recurrir al FMI, se espera convalidar un adelanto de 29.000 millones USD para 2019, que permitiría saldar los pagos de intereses y principal en el caso de ser inaccesible el acceso a los mercados.

-Por el momento, Hacienda presupuesta un retiro de 11.700 millones USD de dicha línea de crédito Se asume que los anuncios de fines de agosto en términos de la redefinición de metas fiscales actúen como contrapartida de la relajación en las condiciones del crédito. En consecuencia, el país concluirá 2019 en un estadio de déficit fiscal cero, cuando hace menos de un año ni siquiera se proyectaba cerrar dicha brecha en 2022.

-Sin embargo, si bien estos fundamentales fiscales deberían alejar los fantasmas del default, la excesiva exposición de la economía local al shock de emergentes ha impactado fuertemente en la pérdida de credibilidad: el mercado aún duda sobre la sostenibilidad de la deuda.

-Esto se ve reflejado en las probabilidades implícitas de los CDS a un año vista: mientras que Argentina y Turquía (países con calificación B+ y BB respectivamente) acarrean expectativas de default mayores a 10%, naciones con peores fundamentales y calificaciones de riesgo inferiores no pagan más de 500 bps para asegurar su deuda.

-Por caso, Egipto ostenta una calificación de B con proyecciones de deuda/PIB superiores al 70% y déficit financiero de 3% hasta 2022; Ucrania, por su parte, se encuentra dos categorías por debajo en su calificación; y Brasil, si bien es más valorado por los inversores, presenta proyecciones de déficit financiero mayores al 7% hasta 2022 en conjunción con déficits de cuenta corriente y ratios de deuda/PIB superiores al 65%.

-Para el caso particular de nuestra economía, es notable que el mayor spread a pagar corresponde a 2 años vista.

-Es decir, al día de hoy el mercado pone especial énfasis en las condiciones de solvencia proyectadas por el país a 2020, período donde se terminaría el financiamiento del FMI en el caso de adelantar los flujos de fondos. Sin embargo, lo dicho se complementa con una proyección de superávit primario para el mismo año.

-De tal manera, es de creer que la aversión de mercado impide por el momento el ajuste de las expectativas de los inversores a la corrección de los fundamentales fiscales y financieros anunciados por el Gobierno. Si a esto se le agrega la corrección pronosticada en términos de la cuenta corriente, pareciera excesivo el costo de asegurar la deuda en comparación con naciones de similares perfiles crediticios y metas de desempeño del sector público.

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