Por efecto de la sequía, en enero volvió el déficit comercial: fue de casi U$S 500 millones

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La sequía y las heladas provocaron una fuerte caída de las exportaciones, que cayeron 11,7% y mostraron el menor volumen mensual de los últimos dos años. Preocupación por la merma de divisas 

En enero, el saldo comercial arrojó un déficit de USD 484 millones frente a un superávit de USD 297 millones respecto al mismo periodo del año pasado, según reveló hoy el INDEC.

De esta manera, se cortó con una racha de cuatro meses consecutivos en los que la balanza comercial había mostrado guarismos positivos.

En tanto, las exportaciones alcanzaron los USD 4.900 millones mientras que las importaciones fueron de USD 5.384 millones, también en el primer mes de este año.

Los valores exportados cayeron 11,7% en enero, profundizando así el deterioro evidenciado en diciembre de 2022, cuando ya se habían contraído 7,1%. Dicha caída se explica por las menores cantidades exportadas (-13,3%), ya que los precios mostraron un aumento del 1,6% anual.

Para dimensionar el magro comportamiento ocurrido en el primer mes 2023, las exportaciones alcanzaron el menor nivel de los últimos dos años, algo que no ocurría desde febrero de 2021.

Según el informe, las exportaciones no exhibían una caída tan grande en términos anuales desde junio de 2016, a excepción de 2020, cuando el país se encontraba en plena pandemia.

“Al desagregar por rubro, queda claro que la caída de las exportaciones en enero se explica por los productos primarios (PP), algo esperable dado el impacto de la sequía en la cosecha de trigo”, subraya la consultora Abeceb.

Para detallar lo ocurrido, las exportaciones de PP cayeron un notable 42,5% en valor como consecuencia del desplome en la cantidades exportadas (-44,7%), levemente morigerada por el aumento en sus precios (+3,9%). “En su interior, los cereales se contrajeron un 51,6% anual, explicando casi la totalidad de las menores exportaciones de PP”, agrega el informe.

Respecto a otras categorías, la consultora advierte que se evidenciaron comportamientos disimiles en el primer mes de 2023.

Por un lado, la exportación de combustibles y energía cayó 5,2% en valor, tanto por menores cantidades (-3,9%) como precios (-1,5%).

Por otra parte, la exportación de manufacturas de origen agropecuario creció un magro 1,0% anual debido a la suba de sus precios (+1,0), ya que las cantidades anotaron una caída de 0,6%.

En tanto, las manufacturas de origen industrial aumentaron un significativo 12,5%. A diferencia del resto, las mayores cantidades exportadas (+12,5%) explican el mencionado incremento ya que los precios subieron solamente 0,1%.

Según Abeceb, distinto es el panorama que atraviesan las importaciones, ya que este rubro creció 2,5% en valor durante enero, cortando así una racha de dos mes consecutivos de caídas en términos anuales, cuando habían descendido 0,1% en noviembre y 19,3% en diciembre, respectivamente.

Sin embargo, el mencionado incremento se explica pura y exclusivamente por el aumento en los precios (+3,2%) dado que las cantidades importadas se contrajeron un 0,8% anual. “También se debe al importante crecimiento evidenciado en la importación de Combustibles y lubricantes (CyL), y Piezas y accesorios para bienes de capital (PyA)”, deslizó el informe.

Sobre este último punto, Abeceb destacó que la compra externa de combustibles y lubricantes creció un notable 96,1% en valor -tanto por mayores cantidades (+67,0%) como por la suba de sus precios (+14,4%).

Los mencionados aumentos fueron contrarrestados por el comportamiento del resto de los rubros. “En particular, volvieron a darse algunas similitudes con lo acontecido hacia fines de 2022, cuando el Gobierno ajustó el torniquete importador -vía SIRA-, particularmente sobre los Bienes intermedios (BI) y de consumo (BC) -cuyas cantidades se situaban en niveles récord, al considerar el ritmo de la actividad-“, destaca el informe.

Y agregó que, en enero, las cantidades importadas de BC se contrajeron un 12,9% (-8,1% en valor), mientras que las de BI lo hicieron en un 11,8%  (-10,5% en valor).

Por su parte, la importación de Bienes de capital y Vehículos automotores de pasajeros también mostraron una variación negativa en términos interanuales (-12,3% y -11,8%). “Al igual que en el caso de los BI y BC, el principal driver de dichas caídas fueron las menores cantidades importadas -que cayeron 11,3% y 24,1%, respectivamente”, resaltó la consultora.

En cuanto a las perspectivas para este año, Abeceb espera una caída tanto en las exportaciones como en las importaciones, y un saldo comercial aún menor al de 2022.

“En relación con las exportaciones, el principal driver de dicha caída es el comportamiento del agro, afectado severamente por las sequías y heladas en curso. De hecho, las exportaciones de este sector podrían caer entre USD 5.500 millones y USD 8.500 millones”, añadió el comunicado.

Asimismo, cabe destacar que la caída total de las exportaciones serían aún mayor si no fuera por el comportamiento del sector automotriz y energético. En ese sentido, la consultora espera un incremento en sus exportaciones frente a las observadas en 2022.

Respecto al rubro importaciones, la magnitud de su retracción dependerá principalmente de la situación en materia de reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA).

Esto es: si el saldo comercial se ve debilitado por un menor ingreso de dólares, éste se compensará mediante un apretón más fuerte en las importaciones -principalmente en Bienes intermedios y de consumo-, que en 2022 cerraron en niveles históricos relativamente elevados dado los niveles de actividad.

“A esto se le suma una actividad que permanecerá casi estancada -creciendo en torno a 1% promedio durante 2023- y, por consiguiente, demandará menos compras del exterior”, concluye el informe de Abeceb.

 

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