Por qué 2019 es un año malo para los préstamos pero bueno para los bancos

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Los ingresos procedentes de títulos contrarrestarán parcialmente las menores ganancias provenientes de préstamos, segùn Moodys.

Las condiciones de mercado adversas en Argentina están debilitando las perspectivas para los préstamos bancarios, aumentando los costos de fondeo e incrementando el riesgo de los activos, afirmó un informe de Moodys.

Sin embargo, el nivel de capital de la mayoría de los bancos calificados por Moody’s serán suficientes para afrontar las pérdidas crediticias previstas hasta fines de 2019.

“Las consecuencias de la recesión, la caída del salario real, la suba de tasas de interés y el alto nivel de inflación son factores negativos para todas las instituciones financieras”, señala Valeria Azconegui, Vice President de Moody’s. “Es probable que los préstamos se contraigan en términos reales este año, en la medida en que las tasas de interés y el nivel de inflación sigan siendo altos y se mantengan las condiciones de mercado adversas. Los nuevos préstamos estarán en su mayoría limitados a deudores de menor riesgo y refinanciaciones”, agregó.

Es probable que la rentabilidad estructural de los bancos argentinos se debilite aún más este año, a medida que los ingresos por préstamos caen y los costos de financiación aumentan.

No obstante, un mayor margen derivado de inversiones en Leliqs respaldará las ganancias.

Los bancos han trasladado la suba de tasas a sus carteras de préstamos, pero el elevado nivel de tasas desalienta a potenciales deudores y disminuye el apetito crediticio de los bancos.

Además de menores ingresos por intereses y comisiones de préstamos, los bancos deben lidiar con requisitos de encaje de hasta el 40% para depósitos de grandes bancos en un intento del Banco Central por controlar la inflación. El retorno anual sobre patrimonio ajustado por inflación de los bancos en 2018 fue un negativo 14,7%.

Esperamos una inflación de al menos 35% en 2019, lo cual va a presionar aún más la rentabilidad de los bancos, ya que más del 60% de los gastos totales derivan de gastos de personal que tienden a crecer al ritmo de la inflación. Es probable que los bancos amplíen la oferta de crédito tanto al sector corporativo como al de consumo si las condiciones de mercado mejoran, en particular si la inflación y la tasa de interés de referencia comienzan a bajar. De todas maneras dicho crecimiento sería selectivo.

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