Sucedió en marzo, según datos difundidos por el INDEC. Los bolsillos no aguantaron la suba de los precios de los alimentos y bebidas. Para ahorrar, las familias compran más en mayoristas
La inflación está provocando estragos en los niveles de consumo, según se desprende de datos oficiales difundidos por el INDEC. En marzo las ventas de supermercados cayeron 0,1% respecto al mismo mes del año pasado y se derrumbaron más de 3,5% respecto a febrero, medido en términos reales.
En marzo la inflación tocó un pico de 6,7%, el más alto de las últimas décadas, mientras que la canasta alimentaria se aceleró prácticamente un 10%. Los ingresos, tanto para empleados en relación de dependencia como para los cuentapropistas quedó bien por debajo de estos niveles, lo que se sintió en las góndolas.
El dato divulgado por el INDEC también revela que a los supermercados mayoristas les fue algo mejor, consiguiendo una suba de 2,1% respecto a marzo del año pasado. La explicación es que la gente recurre a este tipo de superficies para comprar con mayores descuentos.
La semana pasada, el INDEC había difundido el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), que arrojó una caída de 0,7% en marzo respecto al mes anterior.
Los datos oficiales reflejan que la economía entró en un punto de inflexión. Tras el fuerte rebote de 2021 que alcanzó para recuperar la dura caída de la pandemia, la economía se quedó sin impulso para seguir esa tendencia alcista.
Los distintos datos oficiales ya difundidos muestran que el pico de actividad fue en febrero, pero a partir de marzo se observa un amesetamiento que se prolongaría en los próximos meses. El consumo es la variable más afectada por la suba de la inflación, con un impacto especialmente fuerte en la venta de alimentos.
