BCRA: morosidad de créditos hipotecarios, en niveles históricamente bajos

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Lo consignó la autoridad monetaria en su Informe de Estabilidad Financiera del Primer Semestre de 2018. Realizó un “análisis de cosechas” sobre el segmento.

La morosidad de los créditos hipotecarios está en niveles históricamente bajos, de acuerdo con el Estabilidad Financiera del Primer Semestre de 2018, presentado por el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger.

La autoridad monetaria ha desarrollado un conjunto de herramientas para monitorear y analizar distintos riesgos que enfrenta el sistema financiero y que,  de materializarse, podrían  impactar  en  el  normal funcionamiento  del  mismo  y  de  la  economía  en  su  conjunto.

En  el  caso  particular  del  riesgo  de  crédito, actualmente se dispone de indicadores que evalúan la situación financiera de los hogares y de las empresas, probabilidades de caer en situaciones de impago de sus deudas, exposiciones asumidas por las entidades,  y ejercicios de resistencia del sistema a  shocks de esta fuente de riesgo. Parte de los resultados de este monitoreo se publica a través de distintos canales, entre los que se encuentra el Informe de Estabilidad Financiera.

Desde fines de 2009, el BCRA lleva adelante la Encuesta de Condiciones Crediticias (ECC), que permite disponerde información sobre cambios de las entidades en sus políticas de exposición al riesgo de crédito.

El Banco Central consideró que en un escenario de sostenida expansión crediticia como el actual, es necesario  continuar mejorando  la  capacidad  de  monitorear  (prospectivamente)  la  calidad  de  los  activos  y  la exposición  patrimonial  que  generan.

En  este  marco,  presentó  las  primeras  estimaciones  para  el sistema financiero local del denominado “análisis de cosechas”.
El “análisis de cosechas” permite monitorear la evolución de la calidad de los préstamos desagregando en función del período de otorgamiento.

Esta herramienta se complementa con la información producida en el marco de la ECC. La importancia de esta herramienta radica en que la evolución de la morosidad de los créditos en general está ligada no sólo a la evolución de factores generales que influyen en la capacidad de pago de los deudores (actividad económica, ingresos, empleo, etc.), sino también  a  la  forma  en  que  las  entidades  los  fueron  generando  en  cada  momento  del  tiempo.  Es  decir, cuán flexibles  o  estrictas  fueron  las  entidades  en  cada  período  de  tiempo  en  seleccionar  deudores  y  evaluar  su situación financiera.

Así, conocer cómo se fueron generando los créditos permite, por ejemplo, evaluar con anticipación si el sistema está acumulando alguna vulnerabilidad, que recién se manifestaría patrimonialmente de producirse una reversión en las condiciones económicas macro o sectoriales.

Dado el marcado crecimiento del crédito hipotecario a familias de los últimos dos años impulsado por un  escenario  macroeconómico  más  favorable  y  por  el  lanzamiento  del  instrumento  UVA,  el  análisis  de  cosechas se focalizó en esta instancia en este tipo de líneas.

Para esta estimación se recurrió al Régimen de Deudores del Sistema Financiero, que brinda información sobre los créditos que cada individuo mantiene con las entidades financieras. A partir de allí, se construyó un proceso para individualizar y codificar a cada  financiación mediante  distintos  atributos,  y  monitorear  su  desempeño  en  el  transcurso  del  tiempo.

A través de esta metodología se conformaron agrupaciones de créditos o cosechas por trimestres.

Luego, en los trimestres subsiguientes se calculó un indicador de morosidad, considerando en el numerador aquellos casos en que presenta más de 90 días de mora y en el denominador el saldo total de las financiaciones de cada cosecha

Por ejemplo, si se toman los créditos hipotecarios generados en los últimos dos años se observa un desempeño crediticio de moderada a baja.

Si  se  considera  un  período  temporal  más  amplio  tomando  la  irregularidad  acumulada  por  cosechas, se puede observar que la morosidad de los créditos cosecha 2017 durante sus primeros trimestres de vida (6-9 meses), presenta niveles históricamente bajos, inclusive menores a los observados en otros períodos de crecimiento de la actividad económica.

Para adelante, esta nueva herramienta  implementada  por  el  BCRA  permitirá monitorear el  desempeño  de  los  créditos  generados  en  los  últimos  períodos,  especialmente  el  caso  de  las  líneas  UVA  que,  en  general,  se  vienen  generando  con  una  relación cuota/ingreso del deudor más baja en comparación con las líneas tradicionales.

Estos créditos fueron otorgados en un contexto de caída del PIB en 2016 (-2,2% en términos reales) y de recuperación en 2017 2,9% real), a lo que se sumó un sesgo de los bancos a flexibilizar sus criterios y condiciones para el otorgamiento de estas financiaciones en ambos períodos.

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